–El presidente Juan Manuel Santos consideró posible unificar la negociación con las guerrillas de las Farc y del Eln, pero advirtió que cada paso se dará en su momento. Al mismo tiempo reiteró su optimismo de lograr la paz en Colombia, pues advirtió que «por primera vez yo veo voluntad de la contra parte y tengo que reconocerlo».

Según Santos, «las Farc se han sentado con juicio, se han sentado en forma seria cosa que no habían hecho en el pasado y están negociando también con juicio y en forma seria». «Por eso soy optimista que podemos llegar a un acuerdo si seguimos la dirección que en este momento hemos tomado», complementó.

Santos señaló que aquí es cuando Colombia necesita el apoyo de la comunidad internacional que, dijo, es una de las condiciones que antes no estaba presente y que hoy si está, porque hoy hacer abstracción de la comunidad internacional en un proceso tan importante pues no es posible.

Las precisiones las hizo el mandatario colombiano en una intervención en la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, ante la cual hizo un completo relato sobre el desarrollo y los resultados hasta ahora obtenidos, de las conversaciones con las Farc en La Habana, cuba y también sobre las exploratorias con el otro grupo guerrillero del Eln.

«Me han preguntado también, qué pasa con el otro grupo más pequeño que lleva también 50 años en guerra, que es el Ejército de Liberación Nacional, el ELN. Es la otra guerrilla que tenemos en Colombia» señaló Santos. Y complementó: La respuesta a esa pregunta es la siguiente: estamos en la fase secreta, fase similar a la que tuvimos con las Farc en su momento y por eso no puedo dar más detalles sobre esa relación con el ELN. Qué si aspiro a que la paz se firme con los dos grupos, por supuesto que sí. Qué si es posible en algún momento unificar la negociación con los dos grupos, por supuesto que sí. Pero cada paso en su momento. Quiero terminar diciendo simplemente que la paz en Colombia sería para Colombia algo extraordinario».

Inicialmente, Santos habló sobre la evolución económica que ha tenido Colombia en los últimos años, tras lo cual advirtió que lo que realmente nos permitiría desatar el verdadero potencial del país «es lograr paz después de 50 años de conflicto de guerra, una guerra que nos ha costado demasiada sangre, demasiado dolor».

«Hoy tenemos más de 6 millones de víctimas, que ya estamos atendiendo a través de una ley que hicimos aprobar para comenzar a repararlas, para comenzar a cicatrizar esas heridas que ha abierto esta guerra en tantos hogares colombianos», dijo y agregó: Y llevamos desde el momento de la aprobación de esta ley a hoy más de 470 mil víctimas reparadas, nos falta mucho todavía porque hay más de 6 millones de víctimas y desplazados. Pero lo más importante es poder construir esa paz y por eso iniciamos un proceso en donde sabíamos que íbamos a encontrar obstáculos y dificultades».

Luego destacó los acuerdos ya logrados con las Farc e hizo énfasis en el relacionado con el narcotráfico:

«Trabajar en forma conjunta con las Farc para erradicar el narcotráfico de la faz de Colombia, de nuestro territorio, esto tiene una inmensa trascendencia no solo para Colombia que ha sufrido durante más de 30, 35 años este flagelo del narcotráfico y a su vez ha sido el combustible de toda nuestra violencia durante estos 30 o 35 años, sino que va a ser algo trascendental para toda la región, porque el éxito que hemos tenido, el relativo éxito que hemos tenido al disminuir el narcotráfico en Colombia, en combatir los grandes carteles del narcotraficantes, ha sido la desgracia de muchos de nuestros vecinos, nuestro éxito por aquello que llaman efecto la bomba de agua que uno pone el pie en un sitio y aparece en el otro, pues ha tenido un efecto devastador en la región».

Destacó el efecto que tendría en Europa o en Estados Unidos, donde se consume la cocaína que nosotros producimos, en la disminución de ese volumen de cocaína -porque seguimos siendo infortunadamente- el mayor proveedor de cocaína al mundo.

Detalló que faltan los puntos «más difíciles», uno de ellos relacionado con la Justicia Transicional y las víctimas, que reiteró están en el centro de la solución de este conflicto, hecho que «no se ha hecho en ningún otro proceso de paz».

Explicó que ese nuevo esquema jurídico que se denomina Justicia Transicional y por eso los derechos de las víctimas, sus derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación y a la no repetición serán respetados en cualquier solución final de este conflicto y es por eso también que tomamos el paso audaz –sin precedentes- de invitar a las propias víctimas a que fueran a confrontar a las partes que hoy están negociando en La Habana.

«Estamos en cierta forma sentando precedente, por eso cualquier acción que tomemos está siendo vigilada y observada con mucha atención por la comunidad internacional. Entonces satisfacer esos derechos de las víctimas y cómo hacerlo se ha convertido en el meollo de la solución a este conflicto», dijo.

Advirtió que «algunos piensan que estamos negociando los derechos de las víctimas, no. Los derechos de las víctimas no son negociables, simplemente estamos escuchando a las víctimas para ver cómo podemos satisfacer sus derechos en la solución del conflicto».

Sobre el quinto punto que falta por negociar, que se llama, el DDR, la Desmovilización, el Desarme y la Reintegración de los alzados en armas a la vida civil, señaló que si se logran acuerdos terminará la guerra en Colombia.

«Estamos haciendo un esfuerzo muy grande para conciliar las expectativas de la comunidad internacional, las expectativas del pueblo colombiano, de nuestra propia constitución, nuestras propias leyes con las aspiraciones de las Farc en materia de Justicia Transicional, es allí donde estamos pidiéndole al mundo y pidiéndole a Europa respaldo político», indicó.

«Necesitamos ese respaldo político para poder tomar las decisiones necesarias que nos permitan la paz y que sea una paz duradera y una paz sostenible», subrayó.

Finalmente advirtió que «los dividendos de la paz para Europa son también muy positivos, no solamente del efecto que tendría por ejemplo en la oferta de cocaína en las ciudades europeas –muchas de las cuales infortunadamente el consumo está aumentando- sino también en materia medio ambiental».

Al efecto, precisó: Colombia es uno de los países más ricos en materia de biodiversidad, somos el país más rico del planeta en biodiversidad por kilómetro cuadrado.

Tenemos un bosque tropical que es especialmente rico en biodiversidad, tenemos fuentes de agua como pocos países en el mundo y esto ha sido afectado muy negativamente por el conflicto.

La minería ilegal que estimula el conflicto está haciendo estragos también en el medio ambiente colombiano.

Por eso todo esto también puede cambiar, por la paz. La paz tiene unos dividendos ambientales enormes, no solamente para Colombia sino para el mundo, porque nos quedaría muy fácil evitar la deforestación producto de la demanda que hay por el narcotráfico y poder cumplir con esa meta que nosotros nos hemos puesto de tener cero emisiones de carbono de aquí al año 2020, inclusive la podríamos cumplir antes.

Por eso este proceso de paz, que es el proceso de paz para terminar el único conflicto armado que queda en el hemisferio occidental, es un proceso de paz con unas características muy especiales donde el apoyo de la comunidad internacional, el apoyo europeo es imprescindible.

Apoyo que afortunadamente hemos recibido, no tengo sino palabras de agradecimiento en ese sentido y que ahora en esta fase final sí que lo necesitamos porque ese apoyo político es lo que nos da esa legitimidad para tomar las últimas decisiones que le pongan fin a esta guerra absurda entre hijos de una misma nación», concluyó Santos.