El presidente de la ACP, Francisco Lloreda, dijo que «si el precio del crudo se mantiene en US$ 50 el barril, Colombia perdería $15 billones de ingresos». Así mismo, La Contraloría General advirtió al Gobierno Nacional, sobre la caída en los precios por la devaluación del peso frente al dólar.

«Es inevitable la caída de la producción petrolera para el 2016», expresó el vocero de la Asociación Colombiana del Petróleo, Francisco Lloreda.

El presidente de la ACP, informó que en los próximos cuatro años el país tendrá una fuerte reducción en la producción, que llegará a una situación compleja en 2018, con una caída del 22 % frente al año pasado. Es decir, que Colombia dejará de producir, en promedio, un millón de barriles diarios, a cerca de 785.000 barriles.

“Ante la caída de más del 50 % en los precios internacionales del petróleo, las compañías petroleras están ajustando fuertemente sus presupuestos, recortando sus gastos de operación y revisando sus inversiones”, dijo Lloreda.

En un plazo mayor, a 2018, la ACP calcula que se podrían producir 220.000 barriles menos de lo que estaban proyectando en el escenario base, es decir, que para esa fecha el país estaría produciendo 785 mil barriles promedio diario y no 1006.000 como se había previsto.

“En 2016 habrá una caída en la producción que continuará hasta 2022. En 2018 la caída de producción será de menos el 22% lo que significa 220 mil barriles menos de los que se produjeron el año pasado”, aseguró Lloreda.

Por esto, la ACP ha planteado al Gobierno una serie de propuesta que se deberán atender de forma inmediata para evitar que el golpe en la economía que se tendrá este año sea más fuerte.

“La situación es difícil pero nuestro compromiso es con el país, además, el ministro de minas, Tomás González, se mostró dispuesto a escuchar y trabajar por las propuestas que presentamos”, dijo el presidente de la ACP.

Entre las propuestas planteadas está: reducir los gastos de operación, revisar las inversiones, implantar mecanismos de promoción de áreas exploratorias, agilizar las devoluciones de saldos, anticipar los impuestos, cancelar los proyectos que no sean viables, entre otros.

Por su parte, la Contraloría General de la Nación, también se refirió al tema, señalando, que la caída de la renta petrolera, calculada en 2 billones de pesos para el 2015 y en 11 billones para el 2016, tendría efectos negativos sobre temas claves para el país, como los pagos por la deuda externa. Así mismo, la Contraloría señala que «el saldo de la deuda, a fines de agosto de 2014, totalizaba 56.783 millones de dólares. En contraste, la tasa de cambio de ese mismo mes se ubicó en 1.899 pesos. Es decir, dicha acreencia, en pesos, sería de 107,8 billones».

A continuación, el ente de control hace un cruce de cuentas con la TRM (tasa de cambio representativa del mercado) del 31 de diciembre de 2014, que se cotizaba a 2.392. En consecuencia, el saldo en pesos de la deuda se incrementaría a 135.8 billones, lo que significa un crecimiento del 26 por ciento en cuatro meses.

La Contraloría advirtió también que «la caída de los precios del petróleo y la consecuente devaluación del peso podría provocar una desvalorización en el mercado de los títulos de deuda pública emitidos por el Gobierno para atender sus gastos, con lo cual le podría resultar más costoso financiarse».