La modalidad de estafa a través de la denominada “llamada millonaria” se ha vuelto cada vez más recurrente en el país especialmente en las ciudades capitales. Pero el delito ya empezó a tomar forma transnacional, debido a un nuevo caso que se registró en la ciudad de México.

El Tiempo reseñó la historia de Camila y su familia, a quienes engañaron desde Guadalajara (México), el pasado miércoles, cuando se encontraba en su casa ubicada en un exclusivo sector del norte de la capital.

“Haciéndose pasar por Juan, un primo de Camila, con el que desde hace al menos un año no tenían comunicación, los convencieron de que llegaría a Bogotá “de sorpresa” y que no podrían llamarlo a su número porque su hija recién nacida había dejado caer su celular”, informó un familiar de la víctima.

“Preguntó si era la casa de mi papá, con su nombre completo; nos habló de su hija, de su esposa. Nos pusimos felices de saber que iba a regresar a Bogotá. Incluso, comenzamos a planear cómo iba a ser el encuentro”, narró la joven de 22 años.

Según reseña el medio “El estafador dijo que no había conseguido un vuelo directo y que tenía que hacer escala en el país azteca. Como su primo vive en Houston (Estados Unidos) desde hace 15 años no notaron nada extraño”.

“El estafador dijo que no había conseguido un vuelo directo y que tenía que hacer escala en el país azteca. Como su primo vive en Houston (Estados Unidos) desde hace 15 años no notaron nada extraño”.

Durante las llamadas, el hombre les dio información convincente. Cuando supuestamente llegó al aeropuerto, haciendo la escala de la que había hablado, dijo por primera vez que “lo habían detenido y le habían incautado el dinero”, recordó Camila.

Desde ese momento –preocupados por lo que su supuesto primo estaba viviendo– la familia comenzó a hacerle giros a través de una reconocida empresa. Sacaban el dinero del banco y se lo enviaban. Todo con el ánimo de que le devolvieran sus pertenencias y no lo llevaran preso.

El primer giro fue de alrededor de 4’800.000 pesos, a nombre de Yara Gabriela, en Jalisco (México), cerca de las 4 de la tarde de Colombia.
Solo dos horas más tarde, enviaron el segundo, de 3’600.000 pesos, cuando un supuesto comisario intervino asegurando que lo arrestaría. Esta vez fue a nombre de Jaime Alberto.
Finalmente, cuando hicieron las transacciones el delincuente dijo que viajaría al día siguiente, pues su hija se había enfermado.

Fue así como pidieron un tercer envío el jueves, por 3’200.000, con lo que supuestamente pagarían por el hospedaje de la noche.

Sin medir en gastos, la familia de Camila organizó la bienvenida con globos y desayuno. “Lo esperamos en el aeropuerto, pero nunca llegaron. Nos dijeron que jamás había viajado; llamamos y con la voz de mi verdadero primo supimos que nos habían robado”, contó con tristeza Camila, esperando a que las autoridades avancen en la investigación y nadie más caiga en la trampa de los estafadores.

Entrevista concedida al diario el Tiempo.