Después del fallo proferido por la Sección Cuarta del Consejo de Estado con el que dio aval al científico, Manuel Elkin Patarroyo, para utilizar micos en la investigación que adelanta para hallar una vacuna contra la malaria, anunció que acelerará el proceso de creación, para entregar en un lapso de dos años aproximadamente, un resultado final que puede curar la enfermedad.
Después de más de 20 años de investigación, el científico colombiano Manuel Elkin Patarroyo, anunció que de acuerdo con los resultados arrojados en los diversos experimentos, en dos años se podría tener una vacuna efectiva contra la malaria, “póngale la firma”, expresó.
Además explico que la decisión que le había impedido el uso de los animales frenó la investigación, que va en el 80 por ciento, pero que espera sacarla adelante en el plazo señalado, «Esto ya lleva casi cuatro años paralizado por eso me complace mucho la decisión del alto tribunal”.
Esta práctica la tenía prohibida desde hace más de un año, debido a las numerosas denuncias interpuesta por ambientalistas que hace años lo acusaron de “Tráfico ilegal de monos” en la región amazónica que generaron un freno a sus investigaciones.
El fallo señala que para que Patarroyo pueda volver a utilizar esos animales debe cumplir con una serie de requisitos de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Sur de la Amazonía, Corpoamazonía, entre ellos, emitir un un informe detallado sobre la viabilidad de tales experimentos.
«Una vez se entregue el informe por parte de la entidad competente, y este sea favorable porque se han cumplido las condiciones exigidas para el otorgamiento de los permisos», Patarroyo podrá usar monos de la Amazonía para sus experimentos, señala el Consejo de Estado en su decisión.
En la decisión, el Consejo de Estado considera que a Patarroyo se le vulneró el derecho al debido proceso, dado a que el alto tribunal no estudió las pruebas que demostrarían que sus investigaciones no estaban poniendo en riesgo la especie (micos).
El científico ha sido blanco de ataques por parte de grupos ambientalistas, que le acusan de tráfico de animales por utilizar monos capturados en la zona amazónica para llevar a cabo sus investigaciones.
Patarroyo, que descubrió en 1987 la primera vacuna contra la malaria, con un rango de protección del 40% y cuya patente donó a la ONU, ha seguido investigando para aumentar su efectividad.
Patarroyo señaló que actualmente su equipo tiene «capacidad de protección del orden del 80%» en la vacuna contra la malaria.
Por el momento, Patarroyo no podrá reanudar inmediatamente sus experimentos. “En el evento en el que se informe a que se refiere el numeral anterior fuera favorable a la Fidic porque se dio cumplimiento a las condiciones exigidas para su otorgamiento. En caso contrario se mantendrá la suspensión de los mismos hasta cuando al Fidic, de cumplimiento a las condiciones exigidas por dicha Corporación”.
