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En cárceles separadas recluyen a asesinos de niños en Caquetá; policía está tras la pista de 3 implicados más

Alias "el desalmado"
Alias «el desalmado»
–Un juez de Florencia legalizó la captura y dispuso recluir en cárceles separadas a los dos sujetos señalados como autores de la pavorosa masacre de 4 niños en zona rural de la capital del Caquetá, a tiempo que la Policía anunció que está tras la pista de 3 personas más implicadas el crimen, entre ellas una mujer, quien supuestamente sería la autora intelectual, esto es, la que pagó a los sicarios 500 mil pesos como anticipo –de un millón– y, además, les prometió un lote.

En una audiencia que se prolongó más de cinco horas, el Juez Promiscuo Municipal de La Montañita con funciones de control de garantías, cobijó con medida de aseguramiento en centro carcelario a los presuntos sicarios Cristofer Chávez Cuéllar de 42 años de edad, alias «el desalmado» y Edison Vega García de 25, alias «checho», por considerarlos un peligro para la sociedad y a la vez dispuso que los dos fueran recluidos en cárceles diferentes.

Entre tanto, la fiscalía les imputó los delitos de homicidio agravado, tentativa de homicidio, porte ilegal de armas de fuego y hurto calificado y agravado a Cristofer Chávez como autor material y a Edison Vega, en calidad de cómplice del asesinato de los cuatro hermanitos de la familia Vanegas Grimaldo.

Edison Vega García
Edison Vega García

Sin embargos los dos sujetos no aceptaron los cargos. En todo caso, el fiscal del caso dijo que los asesinos podrían enfrentar una pena de entre 400 y 600 meses de presidio.

Como lo informamos oportunamente aquí en la web www.radiosatanfe.com, Chavez Cuellar y Vega García, fueron capturados el pasado sábado por unidades de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía, Dijín y del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI de la Fiscalía, como presuntos responsables del asesinato de los niños Deiner Alfredo, Juliana, Laura Ximena y Samuel Vanegas Grimaldo, en hechos ocurridos el pasado 4 de febrero.

En esa fecha, hacia las 8:20 de la noche, los sicarios llegaron a una humnilde vivienda de la finca Las Doradas, ubicada en la vereda Las Brisas, en jurisdicción del corregimiento El Caraño, –kilómetro 22 en la vía Florencia-Suaza–, donde se encontraban los cuatro niños de la familia Vanegas Grimaldo.

Uno de los menores que sobrevivió herido, de nombre Pablo, de 12 años, contó a la fiscalía que los sujetos llegaron al inmueble y le dijeron a Samuel, el mayor de ellos, que eran de la guerrilla y que sus papás, se habían metido en un problema, por lo que necesitaban que los llevara hasta la finca principal.

El muchacho les dijo que por supuesto los llevaba, pero les pidió que no lo fueran a matar.

Dijo que los sujetos llegaron en una motocicleta, cuyas placas decidió anotar en un papelito y lo escondió en la vivienda.

Pablo señaló que los hombres les ordenaron acostarse y ellos corrieron hacia sus camas, pero uno de ellos le dijo que era en el piso.

Sin embargo, Pablo corrió y se metió bajo un colchón y uno de ellos «flaco y alto» –dijo–le disparó dos veces y uno de los tiros le impactó en el cuello, pero se hizo el muerto. Inmediatamente les dispararon a los otros menores. Primero a Samuel, de 17 años; luego a Deiner Alfredo, después a Laura Ximena y por último a Juliana, la más pequeña.

El niño indicó que una vez los sujetos salieron de la casa, saltó por la ventana del cuarto, se lanzó por una pendiente y salio a la carretera, donde aún se encontraba la motocicleta de los asesinos.

Luego se dirigió hasta la casa de su prima Ana Milena Grimaldo, a quien le informó lo ocurrido y ella fue a a base militar de La Fortaleza a pedir ayuda.

Según los investigadores, los niños fueron asesinados con tiros de gracia, propinados con armas de fuego calibre 32 y fue tal la tensión que soportaron que algunos de ellos se orinaron antes de ser ultimados.

Los sujetos fueron identificados con base en los testimonios del niño sobreviviente, en lo cual coincidieron otros vecinos de la zona.

Pablo identificó a Chávez Cuéllar como el que les disparó, y el joven de 16 años que junto con Samuel, el de 17 que fue engañado para ir hasta la casa en la que estaban los demás niños, reconoció a Ordóñez, como el que conducía la moto.

Precisamente, a Edison Vega García, residente en la vereda Campo Hermoso del municipio de Suaza (Huila), muy cerca al lugar en el que ocurrió la masacre, lo vieron llegar hasta una tienda de la zona donde venden minutos de celular para llamar a una persona a quien se le identificó como ‘checho’ y le dijo que el Ejército no estaba por ahí, que podían subir a hacer la vuelta.

En desarrollo de las averiguaciones, la policía llegó hasta la tienda a la que fue Edison a llamar el día de crimen y la encargada del negocio les confirmó que el 4 de febrero, Vega García había ido a comprar un minuto y que como en la zona casi no hay señal, la gente tiene que subirse hasta un terraplén y hablar muy duro, y que alcanzó a oír lo que dijo el hombre.

Al revisar el teléfono móvil confirmaron la información entregada por la tendera y establecieron el numero del celular al cual había llamado.

Luego, los investigadores interceptaron una llamada en las que ‘checho’ y ‘el Desalmado’ hablaban de «conseguir una moto sierra para dañar un tubo, porque se habían metido en un problema».

Con base en esos indicios, se expidieron las órdenes de captura y durante el allanamiento a la vivienda de la compañera sentimental de ‘el desalmado’, los agentes encontraron en el patio de la casa, una plancha de 2 X 2, cuyo cemento aún estaba fresco.

Bajo ella, a dos metros de profundidad, encontraron la motocicleta en la que se movilizaron hasta la casa para matar a los niños. El vehículo, que fue robado en octubre del 2014 en Acevedo, Huila, había sido deshuesado.

POLICIA- FLORENCIA- MOTO
USADA EN MASACRE DE NIÑOS EN CAQUETÁ

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