En una carretera cercana a la ciudad Tantán, sur de Marruecos, por lo menos 31 personas murieron después de que el bus que los transportaba chocó frontalmente con un remolque, generando un voraz incendio que consumió en su totalidad el automotor. La mayor parte de los fallecidos eran niños entre 12 y 14 años, informó la agencia marroquí MAP.

El autocar transportaba a un grupo de niños deportistas que iba hacia El Aaiún (capital del Sahara Occidental) tras haber participado los pasados días en los Juegos Nacionales de Escuelas de Deporte, en las cercanías de Rabat, a 1.000 kilómetros de allí. Por razones desconocidas, el autocar chocó frontalmente con un camión semi remolque, que al parecer transportaba productos inflamables, y el autocar quedó completamente calcinado, como se ve en algunas imágenes del suceso que han sido publicadas en internet. Hay además nueve heridos, la mayoría en estado grave, que han sido evacuados al Hospital Hasán II de Tantán.

El micro iba desde la capital, Rabat, hasta El Aaiún, en el Sahara occidental. Según los primeros reportes, el hecho ocurrió a las 7 -hora local- cuando los vehículos, que viajaban en direcciones opuestas, chocaron de frente.

El micro se incendió en forma inmediata y los pasajeros quedaron atrapados en su interior. Catorce de las víctimas, de entre 10 y 14 años, formaban parte junto a tres instructores de un grupo de atletas infantiles. Uno de los instructores fallecidos es Hassan Issengar, de 43 años, uno de los más conocidos atletas marroquíes de las últimas décadas.

«Tenemos muchos cuerpos completamente carbonizados. Las autoridades han estado en contacto con la compañía de autobuses para identificar a las víctimas», dijo Benmane Fadji, director regional del Ministerio de Transporte.

La catástrofe de hoy es la más grave desde septiembre de 2012 cuando un autobús de pasajeros se volcó en la carretera entre las ciudades de Zagora y Marrakesh con saldo de 42 muertos y 24 heridos.