Opinión

VISIÓN ANTIOQUIA: UN CUENTO PAISA.

Diego Calle Pérez Por: Diego Calle Pérez. Profesor e Investigador Social Independiente.
CORTO Y PUNTUAL
Formulada, escrita, conversada y analizada entre el 11 de Noviembre de 1997 y el 11 de Mayo de 1998 quedo plasmada en varios borradores y carpetas toda la cháchara echada en lo que se denominaba el proyecto Antioquia Visión siglo XXI.

Fue uno de los pocos embelecos que le conociera al finado Ingeniero Electricista Gilberto Echeverri Mejía. En su momento sonó como algo novedoso e innovador. Empresarios, académicos, profesores, investigadores sociales, artistas, costumbristas, médicos, arquitectos e ingenieros de todas las ramas fueron convocados para construir un acuerdo con los resultados de una concertación donde se generó el lema: “En el año 2020 Antioquia será la mejor esquina de América, justa, pacifica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza”.
PLANEA el Plan Estratégico de Antioquia, fue la mejor disculpa para los jubilados del curubito del que fuera Gobernador de Antioquia en el año 1990. Con una oficina en el edifico del IDEA, Beatriz Restrepo Gallego y Zoraida Gaviria, jalonaron ideas, mapas y discursos que encarpetaban a los propios y extraños que degustaban el cuento de la Antioquia soñada desde Urabá y el Nordeste. EL periódico el Mundo por varios años tenía un espacio privilegiado para los colaboradores del PLANEA.
Los objetivos de Visión Antioquia Siglo 21 se quedaron en el cuento aquel de evaluar y definir. Nunca se creó una conciencia ciudadana y respeto por las normas ambientales para nuestro desarrollo sostenible. Las cocinas de coca de las FARC y la guerra por la competencia del mercado con los paramilitares no dejaron pelechar lo que tanto se podía generar en la integración social. Era un proyecto con más corazón que con una clara convicción de la realidad vivida por sus regiones y sus gentes.
Todos soñábamos con la esquina de Urabá como golfo de desarrollo comercial, por su ubicación geográfica y su cercanía a Panamá. Algunos proyectos se volvieron realidad como la sede de la Universidad de Antioquia y la pavimentación de la carretera al mar, después se volvió una trocha. El PLANEA se convirtió en la antítesis de lo que se conocía de lo ilícito de la subregiones de Antioquia.
Temas como educación, salud, vivienda y producción agrícola eran meros datos estadísticos para el PLANEA. La oficina era un mero experimento y servía de refugio para darle chanfaina a uno que otro consentido del gobierno de turno. Se buscaba forjar desde conceptos e ideas una teoría para manejar con recursos las potencialidades de una Antioquia justa, pacifica, educada, pujante y en armonía con la naturaleza.

Los buenos propósitos y las buenas intenciones de GILBERTO ECHEVERRI MEJIA se quedaron en los recuerdos de un gran hombre que como buen paisa conversaba y sonreía. El destino de una mañana llena de causas y azares le arrebato la vida misma al PLANEA. Todo se desoriento, ya no había doliente para tanto gasto en la oficina querida por sus amigos de siempre. Integrar a la Antioquia costeña y montañera son esfuerzos permanentes que no arrojan frutos como los cocos de Necocli, ni como la leche de Algarra y ALPINA para que no piensen que no quiero a COLANTA.
PLANEA buscaba promover un cambio para un desarrollo humano y equitativo, en las regiones de la minería de carbón y de oro. No fue posible por las inversiones millonarias de los testaferros de las armas que nutren el conflicto departamental y nacional. Años después de la Gobernación de Guillermo Gaviria Correa se incrementó el flujo de desplazados por las regiones del departamento.
El tejido social que explicaban con lujo de detalles los técnicos del PLANEA se quedó en la solidaridad que Antioquia tiene donando ayudas y carpas para los que se quedan sin nada en una noche de lluvia. Eso es lo que fue ANTIOQUIA VISION SIGLO 21, un cuento paisa.