Papa Francisco condena nuevamente violencia al expresar su dolor por atentados en Túnez, Francia y Kuwait
–El Papa Francisco expresó su dolor por los atentados registrados el viernes en Túnez, Francia y Kuwait, en sendos telegramas enviados a las autoridades eclesiásticas de esos países.
Dirigiéndose a los Nuncios Apostólicos, el Pontífice “condena nuevamente la violencia que genera tanto sufrimiento y pide al Señor el don de la paz, invocando la bendición divina sobre las familias de las víctimas, tanto francesas como tunecinas”.
“Profundamente apenado ante la noticia de la trágica pérdida de vidas humanas y de los heridos causados por el ataque contra una mezquita de Kuwait City”, el Papa “ofrece sus fervientes oraciones por las víctimas y por todos aquellos que lloran”.
Lamentando “tales actos bárbaros”, el Santo Padre pide que se transmita su cercanía espiritual a las familias afectadas por este momento de dolor y alienta al pueblo de Kuwait a no desanimarse de frente al mal, invocando sobre la nación “el amor consolador y curativo del Omnipotente”.
LA FE ES TOCAR A JESÚS
De otro lado, como todos los domingos el Papa Francisco se asomó este domingo a la ventana del Palacio Apostólico para rezar junto a los miles de fieles y peregrinos provenientes de Roma y de diversos países del mundo la oración mariana del Ángelus.
En su meditación sobre el Evangelio del día, que presenta la súplica a Jesús por parte de uno de los jefes de la sinagoga para que imponga las manos a su hija de doce años que está muriendo, y mismo episodio en el que el evangelista Juan narra acerca de la mujer que sufría pérdidas de sangre y que sigue a Jesús en medio de la multitud para tocar su manto y ser salvada, el Pontífice evidencia que ambos episodios, que concluyen con la sanación de la mujer enferma y con la resurrección de la niña, tienen un único centro que es la fe.
El Papa subrayó en su reflexión que “todo el Evangelio está escrito en la luz de esta fe”, en la de “Jesucristo que ha resucitado y vencido la muerte”, y por cuya victoria “también nosotros resucitaremos”; y asimismo advirtió que la fe, “que en los primeros cristianos era segura”, puede “apañarse y hacerse incierta” hasta el punto “que algunos confundan la resurrección con la reencarnación”.
Así el Pastor de la Iglesia Universal, indica que precisamente “la Palabra de Dios de este domingo nos invita a vivir en la certeza de la resurrección”.
“Jesús es el Señor, tiene poder sobre el mal y sobre la muerte, y quiere llevarnos a la casa del Padre, en donde reina la vida”.
“Quien cree en Cristo, debe reconocerse” dijo también el Obispo de Roma, “porque promueve la vida en toda situación, para hacer experimentar a todos, especialmente a los más débiles el amor de Dios que libera y salva”, y exhortó a pedir al Señor por intercesión de la Virgen María, “el don de una fe fuerte y valerosa, que nos empuje a ser difusores de esperanza y de vida entre nuestros hermanos”.