Por medio de una carta abierta, académicos colombianos y venezolanos señalaron como causa de la delincuencia y actividades ilegales en la frontera, el abandono de los dos gobiernos que padecen los habitantes de esas zonas fronterizas.

A través de un comunicado, los universitarios colombianos y venezolanos expresan su opinión sobre la situación que se vive en los puntos fronterizos por causa del cierre de la frontera en Cúcuta y Paraguachón, que el presidente venezolano, Nicolás Maduro ha argumentado como medida de seguridad para sacar el «paramilitarismo colombiano» que se habría instalado en su país.

De acuerdo con los académicos, estas zonas fronterizas han sido habitadas por los desplazados de ambos países que han salido en distintas épocas de sus hogares buscando sobrevivir en el vecino país.

“Esas zonas padecen de un profundo y secular abandono. Su desarrollo es escaso y muy pobre su infraestructura de servicios, abundan la pobreza y la indigencia, las instituciones son débiles, corruptas o inexistentes”, sostiene el comunicado.

Por tal razón, no consideran que sea extraño que en la frontera se desarrollen actividades informales e ilegales y que las bandas criminales y delincuenciales se hayan tomado estos lugares para continuar cometiendo delitos.

“Un aislamiento total -fuera de constituir la más triste evasión de la realidad- no tiene posibilidad alguna de éxito. En realidad, ningún esfuerzo unilateral, y menos aún el recurso exclusivo de la fuerza, puede mitigar o resolver la grave situación; más bien la agrava, afecta a los sectores más débiles y puede suscitar reacciones aún peores”, manifiestan en el comunicado.

Los académicos rechazan la humillación, el atropello y el agravio del que han sido víctimas los miles de colombianos y alertaron que la presencia militar en las fronteras puede llevar a que ocurran enfrentamientos mayores y “un incidente inesperado e indeseable, que solo puede hacernos un daño insuperable a unos y otros”.

Por último, hicieron un llamado a los dos gobiernos para que empleen todos los medios eficaces para prevenir un enfrentamiento y solucionar la crisis que afecta a los más pobres. Esperan que esta crisis que se desató permita que ambos países enfrenten conjuntamente el contrabando y la delincuencia que afecta a la población humilde que habita estas zonas.