«Enfrentarse directamente con el peligro no es fácil, pero esta es mi vida y mi vocación, me juego mi existencia, la paz y tranquilidad de mi familia para salvar la vida de los demás, a esto me dedico, soy técnico antiexplosivos y sé a qué me enfrento cuando llega el momento de vestirme con el traje anti explosivo o antifragmentario que pesa entre 50 y 60 kilos, cuando siento este pesado forraje de acero rodeando mi integridad y el pesado casco de 8 kilos que por momentos hace perder el movimiento de mi cabeza ya no hay vuelta atrás, hay que llegar hasta el final, hay que cumplir con éxito la misión, de lo contrario solo quedará el recuerdo de otro héroe que dio su vida por los demás».

Se trata del Patrullero Adrián Ruiz, un joven Caleño de 27 años de edad, amable, con un corazón de acero que como dice está protegido por Dios más de lo normal, graduado de la Escuela de Investigación Criminal se hizo técnico de explosivos y destinado a prestar sus servicios a la región Putumayense.

«Me siento muy bien, ya llevo dos años en esta tierra encanto de Dios, tierra hermosa por su biodiversidad radiante, espesa vegetación, llena de fauna y flora, adornada por cristalinas aguas que antojan su contacto y enamorado de este paraíso», afirmó Ruiz.

Así se inspira nuestro héroe entre sonrisas y gestos de preocupación por su siguiente misión, pues precisamente aquí en esta tierra encantadora delinque el frete 48 y 32 de las Farc, grupos guerrilleros que por años han sembrado minas e instalado explosivos por doquier para atentar contra la población civil y fuerza pública.

Su experiencia le ha valido ya 35 operaciones de desactivación de explosivos, en cada acción dice Adrián «pienso en mi hija y mi esposa, mis padres que son mis tesoros más preciados, es cuestión de segundos que pasan todos los recuerdos hermosos que he tenido a lado de ellos, luego suspiro profundamente me encomiendo a Dios y me dirijo solitario al lugar donde están los artefactos, pues atrás quedan los recuerdos y aquellos amigos que me acompañan hasta la distancia prudente salvaguardando por supuesto sus vidas».

Entre sus más importantes hazañas se encuentra la desactivación de cuatro artefactos explosivos cargados con 25 kilos de pentonita, cordón detonante y metralla, listos para ser activados en contra del Batallón José Domingo Rico en el municipio de Villagarzón, en donde se encontraban más de 1.500 uniformados. De igual manera la inutilización de un dispositivo compuesto por 15 kilos de pentolita adecuado en un cilindro, dejado en una vivienda ubicada en zona rural de Puerto Asís a la espera de una unidad militar que frecuentaba el lugar; seguido de la desactivación de cinco cilindros cargados con 25 kilos explosivos que fueron lanzados a la fuerza pública en una manifestación campesina en el corredor de Puerto Vega – Teteye.

Es un orgullo para la región contar con el profesionalismo y vocación de este titán, proveniente de una familia humilde como todos nosotros y que se ha convertido en un héroe salvador de vidas, un policía real.