Luego de que el expresidente Álvaro Uribe se despachara vía Twitter contra el Gobierno, asegurando que el Ejecutivo daba cargos públicos a hijos de militares para manipular la tropa; el ministro de Justicia Yesid Reyes, le pidió al exmandatario «percatarse de la ligereza de sus afirmaciones».

El jueves, Uribe Vélez escribió en la red social: »Mal hace Santos nombrando hijos de generales para someter a estos a igualar a las FF.AA. con el terrorismo».

El trino, que se convirtió en tendencia en cuestión de horas, causó gran malestar al interior del Gobierno Nacional, por lo que la cartera de Justicia respondió con un comunicado donde rechazó los señalamientos del senador Uribe.

El comunicado asegura que el congresista está “por lo menos mal informado” y asegura que el actual director de Policía contra las Drogas del Ministerio, el general Javier Flórez, de quien habla Uribe, tiene una hoja de vida “que revela su sólida formación y experiencia en el tema”.

“Al expresidente Uribe le bastaría con indagar entre expertos nacionales e internacionales sobre la calidad del trabajo por Javier Flórez, para percatarse de la ligereza de sus afirmaciones”, dice el ministro, a continuación el comunicado en su totalidad.

El Ministro de Justicia y del Derecho, Yesid Reyes Alvarado, se permite informar a la opinión pública lo siguiente:
1. Si cuando el senador Álvaro Uribe afirma que hace mal el presidente Santos “nombrando hijos de generales para someterlos a igualar a las Fuerzas Armadas con el terrorismo” se refiere al hijo del general Flórez, está cuando menos mal informado.

2. No solo porque Javier Flórez comenzó su vínculo con el ejecutivo durante el gobierno de Álvaro Uribe, sino porque su actual cargo como Director de Política contra las Drogas del Ministerio de Justicia está respaldado por una hoja de vida que revela su sólida formación y experiencia en el tema.

3. Al expresidente Uribe le bastaría con indagar entre expertos nacionales e internacionales sobre la calidad del trabajo realizado por Javier Flórez, para percatarse de la ligereza de sus afirmaciones.