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Guns N’ Roses se reúne y va a Coachella en auge de la música en vivo

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Durante años, el líder de Guns N’ Roses, Axl Rose, apenas podía soportar la presencia del guitarrista Slash y no aguantaba las constantes preguntas sobre si los legendarios roqueros tocarían juntos de nuevo.

Este año, finalmente compartirán escenario una vez más.

La formación original de Guns N’ Roses protagonizará el arranque el viernes del festival de Coachella, en el desierto en el sur de California, en señal no sólo de que la banda puso en pausa sus conflictos internos sino además del crecimiento de la industria de la música en vivo.

Los festivales, que durante mucho tiempo han sido parte de la escena veraniega en Europa, han surgido a un ritmo vertiginoso durante la última década en Norteamérica, alimentados por la presencia de los jóvenes que valoran las experiencias del mundo real en la era digital.

El mercado se ha expandido lo suficiente como para incluir ahora una gran variedad de gustos y grupos demográficos, de modo que ahora los festivales se esfuerzan por atraer grandes nombres.

En este caso, una reunión de los miembros de Guns N’ Roses era como el Santo Grial.

“Appetite for Destruction” sigue siendo el álbum debut más vendido de la historia, pero el estatus de superestrella que ostentó la banda fue fugaz. La última vez que Rose y Slash tocaron juntos fue en Buenos Aires en 1993.

Cuando Guns N’ Roses anunció su retorno en Coachella, Rose y Slash dieron un concierto sorpresa el 1 de abril en el Troubadour, un pequeño club en Los Ángeles que en los hechos hospedó la primera reunión de la banda.

El grupo planea seguir luego una gira por Norteamérica.

No más cáncer

Rose siempre riñó con Slash diciendo que él no era un miembro fundador de la banda.

“Personalmente, lo considero un cáncer que es mejor extirpar, evitar. Y mientras menos escuchemos de él o de sus seguidores, mejor”, dijo Rose en 2009.

“No hay ninguna posibiidad de que yo tenga algo que ver con Slash que no sea una emboscada, y no sería agradable”, comentó en ese momento.

Rose, que siguió tocando con Guns N’ Roses junto a otros guitarristas, rechazó la inclusión de la banda en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 2012.

Escribió en una carta abierta: “Es hora de seguir adelante. La gente se divorcia. La vida no te debe tu propio y personal final feliz”.

Pero aparentemente la gente también se vuelve a casar. Rose y Slash, que hasta hace poco no tenían contacto, recibieron rentables ofertas que los convencieron de dejar atrás su mutua antipatía.

La revista de la industria musical Billboard estimó que Guns N ‘Roses ganaría tres millones de dólares por concierto y mucho más en Coachella, que atrae a más de 180.000 personas en los dos fines de semana consecutivos que dura el festival.

Crece la música en vivo

Los músicos de Guns N’ Roses -que tocarán el 16 y 23 de abril- probablemente habrían tenido el mismo éxito si se reunían en cualquier otro momento. Pero tanto para los grandes como para los artistas menos famosos, la música en vivo ha estado recaudando cada vez más dinero.

En momentos en que el streaming impulsa el crecimiento de la industria de la grabación, las ganancias de los artistas siguen siendo una fracción de lo que solían ser en la era del vinilo o de los CD.

“Antes se hacían giras para vender discos. Ahora se hacen para ganar dinero. Puedes vender algunos discos en el medio, pero eso no es lo que paga la hipoteca”, dice Gary Bongiovanni, editor de la revista Pollstar.

Esta página web estima que las principales 100 giras en Norteamérica generaron 3.120 millones de dólares en 2015, un aumento de 14% respecto al año anterior.

Entre los nuevos festivales que se estrenan en 2016 están Panorama, creado por los promotores de Coachella, y una nueva edición de Lollapalooza en Colombia. AFP