Bogotá

Estas son las lecciones de Holanda para Bogotá en infraestructura para la bicicleta

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Holanda ha sido pionera en innovaciones y construcciones icónicas para la bicicleta en el espacio público. El Hovenring, un puente colgante circular exclusivo para ciclistas, es una de las iniciativas en infraestructura que más se destacan allí y que sin duda han tenido que ver en que hoy dos tercios de los holandeses asocien a la bicicleta con alegría. Así lo cuenta Stefan Bendiks, arquitecto, urbanista y socio fundador de Artgineering, una oficina para la investigación y el diseño, que combina ciclismo y planeación urbana.

Fue uno de los invitados por la Embajada del Reino de los Países Bajos a la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Estuvo visitando la Secretaría Distrital de Movilidad, donde habló de su libro Cicloinfraestructura y dio algunas claves sobre el tema para la capital colombiana. Les contamos las lecciones de Bendiks en algunas frases:
En torno a la bicicleta se comienzan a promover comportamientos seguros en los actores en vía. La bicicleta es un excelente instrumentos de cohesión social que ayuda a impulsar estos cambios.
Esto ha ayudado en Holanda, por ejemplo, a fomentar el respeto por el ciclista y a multiplicar su uso. Hoy, dos tercios de los holandeses asocian a la bicicleta con la alegría.
En muchas ciudades europeas la bicicleta se utiliza para llegar, desde la casa al tren o al metro. En este sentido, planificar la multimodalidad es fundamental a la hora de pensar en la bicicleta como medio de transporte.
La bicicleta genera importantes oportunidades no solamente para el mismo biciusuario: los gobiernos al pensar la infraestructura para el uso de bicicleta (rutas, parqueaderos, etc.) tienen la oportunidad de impulsar un nuevo concepto de urbanismo para toda la ciudad. Las posibilidades de calidad espacial y de comodidad son enormes.
El reto en la infraestructura para bicicletas es incluirla o hacerla parte del paisaje urbano, brindándole a este último una nueva cara más amigable.
Cuando se planifica la infraestructura para bicicletas, se deben pensar en los siguientes factores mínimos: la consistencia de una red de rutas; que estas sean atractivas por su calidad; que estas tengan una dirección directa con puntos estratégicos de la ciudad; que sean cómodas; y muy importante, para el caso de Bogotá, que se cimienten en la seguridad vial.
Hay tres elementos adicionales a revisar en la planificación de esta infraestructura que pueden darle un valor agregado a ellas: eficiencia en el viaje; integración y conexión; y valor socioeconómico.
La infraestructura para bicicletas debe ser pensada para «idiotas», es decir, que la misma infraestructura le evite pensar al ciclista. De esta manera se promueve su uso, su comodidad, es intuitiva y fomenta la seguridad.
Las rutas y senderos creados para las bicicletas pueden pensarse y crearse tanto para una movilización directa del ciclista de uno a otro punto, como para un transporte más «alternativo». Este es el caso de Londres, una ciudad donde no solamente tiene rutas directas cercanas a vías y autopistas, sino también caminos alternativos más largos integrados al paisaje natural, como los parques.