Bogotá

Caen «los ateos», dedicados al robo de iglesias

policia-los ateos–Tres sujetos, integrantes de una banda conocida como «los ateos», porque se había especializado en robar iglesias en la capital de la República, fueron capturados en las últimas horas por la Policía Metropólitana.

Los antisociales fueron identificados con los alias de «Óscar», «el negro» y «san andresito», a los cuales se les seguía la pista desde agosto de 2015, tras irrumpir en un templo de la localidad de Fontibón, al occidente de Bogotá, en el cual amenazaron, golpearon, amarraron y robaron al párroco.

En esa ocasión se hicieron con un botín de 18 millones de pesos y para huir utilizaron un taxi, el cual habría sido contratado la noche anterior al hurto.

Casi un mes después decidieron asaltar otra iglesia, pero fueron capturados antes de cometer el ilícito encontrando en su poder armas de fuego, situación por la que pudieron ser individualizados.

No obstante, tras quedar en libertad los delincuentes continuaron los robos a templos, utilizando pasamontañas lo que dificultó la labor de los policías, quienes al entrevistar a las víctimas no lograban obtener detalles físicos de los sujetos.

Sin embargo, al finalizar el mes de marzo de este año los investigadores recibieron información de primera mano por parte de una persona que habría presenciado uno de los atracos.

Estos detalles entregados permitieron a los investigadores desplegar un operativo que los llevó a un humilde barrio del occidente de la ciudad (en dirección al peaje de Mosquera), en donde ubicaron y capturaron a tres de los integrantes de la banda por el delito de hurto calificado y agravado.

En las audiencias adelantadas se estableció que alias «el negro» y «Óscar» eran los encargados de ingresar a las iglesias, mientras que alias «san Andresito» y un cuarto sujeto, que es buscado por las autoridades, desempeñaban el papel de campaneros.

La Policía indicó que los capturados tienen diferentes antecedentes judiciales, pero fueron judicializados por los delitos de hurto calificado y agravado y porte de armas de fuego, por los cuales podrían recibir una pena que oscilaría entre los 12 a 18 años de prisión.