Opinión

Sector arrocero, la mesa está servida

Luis Eduardo Forero Por: Luis Eduardo Forero Medina
En 215 municipios más de 20 mil productores del cereal, la mayoría pequeños y de manera mecanizada el 95%, en Tolima, Huila, Llanos Orientales, Norte de Santander, la Mojana y Costa Norte, comienza en las fincas la Cadena del arroz, principalmente en suelos inundados; recolectando en bultos el arroz paddy verde (con cáscara) con destino a los molinos, donde se hace la pre limpieza, se eliminan impurezas y se procede a su secamiento para transformarlo en arroz blanco o trillado de la variedad índica (Hsien), tipo que representa el 85% del comercio mundial de arroz. Hay más de mil variedades de arroz, siendo las más populares el redondo, el patna y el silvestre.

Las siembras del milenario cereal en Colombia, se concentran en un 60% en el periodo de marzo- mayo, y la segunda cosecha de agosto-octubre a enero-febrero. Anualmente se producen en el país en 450.000 mil hectáreas unas 2,46 millones de toneladas de arroz, según la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). En el mundo la producción de arroz en 2016 será de 745,5 millones de toneladas, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Colombia es el segundo país productor de arroz de América Latina y del Caribe, y el sector arrocero con el cafetero, son los dos más importantes del país, por ser los que más generan puestos de trabajo en el campo colombiano, “ el que más tierra utiliza, mas transporte requiere, usa más almacenamiento, el que más recursos financieros necesita y mueve, etc.”. En Colombia, el arroz encabeza, en términos de valor económico, los cultivos de ciclo corto, de seis meses, sin embargo tradicionalmente durante el primer semestre, es baja la oferta arrocera.

Los arroceros se organizaron hace setenta años en la Federación Nacional de Arroceros (FEDEARROZ), fundada por iniciativa de Gildardo Armel y Jorge Ruiz Quiroga, con el apoyo de los agricultores del grano de Ibagué, Espinal, Saldaña, Ortega, Alvarado, Venadillo, Lérida, Ambalema y Armero. Hace una década opera la Cámara de Induarroz de la ANDI, que congrega y representa a 20 industriales del sector. Esta Cámara sectorial dejó la silla vacía en el Consejo Nacional del Arroz por «la falta de una política arrocera integral.

El mercado arrocero en Colombia es dominado principalmente por Roa, Florhuila y Arroz Diana. La más veterana en el mercado es Florhuila, creada hace 82 años y con plantas en Campoalegre y El Espinal. Fue el primer molino en Colombia en comercializar el arroz empaquetado, escogido grano a grano. Molinos Roa, fue constituido en Campoalegre hace 55 años por los hermanos Roa Villamil, y cuenta con molinos en Neiva, El Espinal y Villavicencio. Arroz Diana fue fundada hace 52 años en Espinal con el “Molino Murra”, cuenta en Yopal con una de las plantas más tecnificadas del país, y en 2008 se mezcló con el negocio de los aceites para cocina y margarinas, “para competirle a Roa”, aseguró un dirigente gremial.
Cada colombiano ingiere 45, Kg. de arroz descascarillado, cantidad marcadamente menor a los 150 y 200 kgs que consumen per cápita en Bangladesh, Vietnam y Myanmar, de acuerdo al International Rice Research Institute (IRRI).

La producción local no alcanza para abastecer la demanda, por lo que si Colombia no importara el grano, no se podría degustarlo por lo menos en dos meses, mayo y junio, situación que se viene presentando hace ocho años cuando se aplicó la prohibición de importar arroz ilegal. En los primeros meses de 2015 llegaron 265.685 toneladas de arroz de la Comunidad Andina (Ecuador y Perú), Tailandia, Vietnam, y por supuesto de Estados Unidos. Irónicamente el desabastecimiento también se daría por la baja del contrabando de arroz Venezuela y Ecuador, por el cierre de la frontera y el precio del dólar, respectivamente.

Los cultivadores que esperan mejor protección del Gobierno, quedan literalmente fritos cuando aparecen las malas hierbas como el virus de la hoja blanca y la Piricularia; llegan las aves a los pantanos a comerse el grano maduro; el verano, que ha afectado los cultivos principalmente en el Tolima; en agosto-octubre cuando llegue La Niña, en reemplazo de El Niño, fenómenos metereológicos que retrasan la cosecha; el alto precio de los insumos y maquinaria y, por supuesto la pelea sanitaria que sostienen con el ICA y Corpoica, por la polémica resolución 970 del ICA, que basados en ella el ICA ha decomisado y destruido toneladas de semilla por no emplear la semilla certificada por ellos, como sucedió con los pequeños agricultores de arroz de Campoalegre, Huila.

Por su parte el gremio tiene el arroz en bajo cuando disponen de altos inventarios en los bodegas, o su opuesto, cuando los molinos cierran al no disponer de arroz para trillar; la inminencia de suprimir aranceles al arroz importado; a veces el entorpecimiento para llevar el arroz a centros de producción, tiendas y supermercados, y la llegada del año 2030, cuando en virtud del Tratado de Libre Comercio, TLC, firmado con los Estados Unidos, se importará arroz a granel sin aranceles y a precios muy baratos. El Gobierno sostiene que en materia de TLCs, el sector arrocero fue uno de los más protegidos. Hasta el año 2017 el arroz norteamericano continuará pagando un arancel del 80%.

El grano de no más de nueve milímetros de tamaño, se convierte en suplemento alimentario a familias de escasos recursos, contribuyendo a su seguridad alimentaria, por ser fuente de calorías y proteínas, y por sus bondades de tener bajo nivel de sodio, cero colesterol y los 8 aminoácidos esenciales para el cuerpo humano. El arroz es un alimento básico para casi la mitad de la población mundial, indica la FAO. Los consumidores, que hasta 1982 sólo tenían la presentación del grano en bultos de 75 kls, nos vemos en calzas prietas por el precio del grano que es el más alto en la Región , y en un abrir y cerrar de ojos el precio del arroz sube, se dice que por capricho de los grandes molinos.
En materia de investigación para el mejoramiento genético del cultivo, hace medio siglo el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat) trabaja en el permanente mejoramiento en el sector, y en este sentido prepara nuevas variedades que estarían cocinadas el próximo año.
En el acompañamiento al sector Fedearroz, gremio que está muy optimista, desde hace varios años aboga por una política de infraestructura de riego o grandes represas y nuevas plantas de secamiento, almacenamiento y trilla, en todo el país, lidera el programa Adopción Masiva de Tecnología –AMTEC- y el proyecto de híbridos, y se prepara para celebrar como arroz su Día, el 28 de mayo.
En América Latina y el Caribe, los reducidos márgenes de ganancia y las sequías o inundaciones relacionadas con El Niño han afectado a las perspectivas del cultivo, según la FAO.