Bogotá

En el «bronx», secuestros, drogas, prostitución y muerte con el amparo de las autoridades

Han sido terroríficos muchos de los hallazgos que se han encontrado luego de que la fuerza pública ocupara el peligroso sitio conocido como el “bronx”; un lugar en el centro de Bogotá en donde se negociaban las peores bajezas del ser humano. Casas de pique, salas de tortura, túneles para expendio de drogas, entre otros, han sido los hallazgos más espeluznantes.

Este lugar, al lago de una guarnición militar y de una de las estaciones de policía más importantes de la capital de la República, albergaba durante días y noches a cientos de indigentes y personas de todas las clases sociales que se sumían en el mundo de la droga.
¿Cómo es que no se actuó antes? “No soy tan ingenuo como para no reconocer que necesariamente tuvo que existir participación de agentes de la Policía, a cargo precisamente de la seguridad de este sector con intención, conocimiento o por desconocimiento para que se llegara a estos niveles de delincuencia” dijo el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general Hoover Penilla.
Ya en febrero de este año se habían capturado 15 policías pertenecientes al CAI de San Victorino: un teniente, cuatro suboficiales y diez patrulleros por presuntamente permitir y beneficiarse del tráfico de sustancias ilícitas en este lugar.
Según el oficial, cada vez que las autoridades pretendían dar con las principales figuras de eta mafia, “alguien” le avisaba y los operativos quedaban en nada, con arrestos de delincuentes de poca monta y sin golpear la estructura de la red delincuencial.
Según el director del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), Julián Quintana, el operativo tuvo que desarrollarse con personal de afuera de Bogotá para que no se filtrara ningún tipo de información.
“No pudimos hacer la intervención antes porque había una fuerte infiltración en la Policía y la Fiscalía lo que nos obligó a que hiciéramos el operativo con personal de afuera”, aseguró el director del CTI.
Jaulas de perros hambrientos que se comían a las personas, salas de tortura, paredes bañadas en sangre, cuartos destinados para secuestros fueron algunos de los hallazgos. Precisamente, circula en redes sociales el video de un ciudadano holandés quien al parecer por comprar droga cayó en manos criminales y se evidencia su desespero al tratar de saltar por una azotea del lugar.
Por ahora, y en realidad será muy difícil definir, las autoridades desconocen cuantas víctimas pasaron por este lugar.