Un acontecimiento casual y sorprendente para la comunidad científica, que coincide con el inicio del solsticio – de verano en el Hemisferio Norte e invierno en el Hemisferio Sur- y que no se ha visto desde 1967.
La luna llena de junio ha sido apodada de forma tradicional como la luna de miel o la luna de fresa debido a que el satélite natural de la Tierra se enmarca en tonos rojos y ámbar.
En algunos países del hemisferio norte, este 20 de junio es el día más largo del año tras 17 horas de luz y la noche más corta.
En tanto, en el hemisferio sur, es el solsticio de invierno llega con el día más corto y la noche más larga.
El solsticio de verano marca el periodo más largo de luz solar del año. Los días comenzarán a acortarse a partir del martes y hasta el 21 de diciembre, cuando llegue el solsticio de invierno.
La última vez que coincidió una luna llena con el solsticio de verano fue en 1967, evento astronómico que se denominó “Verano del Amor” (Summer of Love), el momento más representativo del movimiento hippie.