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Papa Francisco: No es justo identificar al Islam con la violencia

papa- regreso de polonia–El Papa Francisco consideró injusto identificar al Islam con la violencia. “Si hablara de violencia islámica ¿debería hablar también de violencia católica? Los islámicos no son todos violentos. Es como una “ensalada de fruta”, hay violentos en las religiones», precisó.

Una cosa es verdadera, complementó el Pontífice: en casi todas las religiones hay siempre un pequeño grupito de fundamentalistas. También nosotros los tenemos. Y cuando el fundamentalismo llega a matar – también se puede matar con la lengua, lo dice el apóstol Santiago, no yo, y se puede matar con el cuchillo – no es justo identificar al Islam con la violencia”.

Los pronunciamientos los hizo el Papa Francisco en la rueda de prensa que concedió en el vuelo de regreso a Roma procedente de Polonia, en donde estuvo con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud.

“El terrorismo está por todos lados», dijo Francisco y al efecto citó «el terrorismo tribal de algunos países africanos».

Además afirmó que «el terrorismo crece cuando no hay otra opción».

«Ahora diré una cosa que puede ser peligrosa: Cuando se pone al centro de la economía mundial al dios dinero y no al hombre y a la mujer, esto ya es un primer terrorismo. Has echado fuera la maravilla de la creación y has puesto al centro el dinero. Esto es un primer terrorismo de base. Pensémoslo”, agregó.

¿Por qué– le preguntó un periodista francés–, cuando usted habla de estos actos de violencia habla siempre de terroristas y jamás de islamismo? Y luego: Además de la oración y el diálogo, ¿cuál iniciativa concreta puede comenzar o quizás sugerir para contrastar la violencia islámica?

“No me gusta hablar de violencia islámica, porque todos los días cuando hojeo los diarios veo violencias aquí en Italia: aquel que mata a la novia, otro que asesina a la suegra… ¡Y estos son violentos católicos bautizados! Son violentos católicos. Si yo parlara de violencia islámica, debería hablar también de violencia católica. No todos los islámicos son violentos, no todos los católicos son violentos. Es como una ensalada de fruta: hay de todo. Hay violentos de estas religiones. Una cosa es cierta: creo que en casi todas las religiones haya siempre un pequeño grupo fundamentalista. Nosotros lo tenemos”.

“Y cuando el fundamentalismo llega a matar – pero se puede matar con la lengua, y esto lo dice el apóstol Santiago, no yo – y también con el cuchillo, creo que no sea justo identificar el islamismo con la violencia. ¡Esto no es justo y no es verdad! Tuve un largo diálogo con el Gran Imán de la Universidad de Al-Azhar y sé qué piensan ellos: buscan la paz, el encuentro. El nuncio de un país africano me decía que en la capital, hay siempre una fila de gente ¡está siempre lleno! en la Puerta Santa por el Jubileo. Algunos se acercan a los confesionarios, otros rezan en los bancos. Pero la mayoría va adelante, adelante, a rezar al altar de la Virgen: estos son musulmanes que quieren hacer el Jubileo. Son hermanos”.

“Cuando estuve en la República Centroafricana fui a verlos y el Imán también subió al Papamóvil. Se puede convivir bien. Pero hay grupitos fundamentalistas. Y me pregunto también cuántos jóvenes – ¡cuántos jóvenes!- a los que nosotros europeos hemos dejado vacíos de ideales, que no tienen trabajo, que van en busca de la droga, el alcohol o van allí, y se enrolan en grupos fundamentalistas. Sí, podemos decir que el así llamado Isis es un estado islámico que se presenta como violento, porque cuando hace ver sus cartas de identidad, hace ver como en la costa líbica degüella egipcios u otras cosas. Pero éste es un grupito fundamentalista, que se llama Isis. Pero no se puede decir – creo que no sea verdad y no sea justo – que el islamismo es terrorista”.

Luego el Papa Francisco habló sobre sus encuentros con los jóvenes:

“Me gusta hablar con los jóvenes. Y me gusta escuchar a los jóvenes. Siempre me ponen en dificultad, dijo el Papa, porque me dicen cosas que no he pensado o que he pensado a medias. Los jóvenes son inquietos, los jóvenes son creativos. Me gusta y de allí tomo aquel lenguaje. Muchas veces debo preguntarles: ¿Qué cosa significa esto? Y ellos me explican que cosa significa. Me gusta hablar con ellos. Nuestro futuro son ellos y debemos dialogar. Es importante este diálogo entre el pasado y el futuro. Es por esto que yo subrayo mucho la relación entre los jóvenes y los abuelos, y cuando digo abuelos entiendo los más viejos y no tanto viejos, pero yo si… Para dar también nuestra experiencia, para que ellos escuchen el pasado, la historia y la retomen y lleven adelante con el coraje del presente, como he dicho esta noche. Es importante. ¡Importante! No me gusta cuando escucho decir: ¡que estos los jóvenes dicen tonterías! También nosotros decimos muchas, ¡eh! Los jóvenes dicen tonterías y dicen cosas buenas: como nosotros, como todos. Pero escucharlos, hablar con ellos, porque nosotros debemos aprender de ellos y ellos deben aprender de nosotros. Es así. Y así se hace la historia y así crece sin cerrazones, sin censuras. No lo sé, es así. Así aprendo estas palabras”.

También se le preguntó sobre la caída que sufrió en un oficio religioso en Polonia:

“Primero: la caída. Yo estaba mirando a la Virgen y me olvidé del escalón. Tenía el incensario en la mano. Cuando sentí que me estaba cayendo, me dejé caer y esto me salvó, porque si hubiera opuesto resistencia, hubiera sufrido las consecuencias. Nada. ¡Estoy fenómeno!”.

Y en la misma respuesta desarrollo una pregunta sobre Venezuela:

“Venezuela. Yo tuve, dos años atrás, un encuentro con el presidente Maduro, muy, muy positivo. Después él pidió audiencia el año pasado: era un domingo, el día después de la llegada de Sarajevo. Pero luego él canceló aquel encuentro, porque estaba enfermo de otitis y no podía venir. Después de esto, dejé pasar el tiempo y le escribí una carta. Hubo contactos – tu mencionaste uno – para un eventual encuentro. Sí, con las condiciones que se ponen en estos casos. Y se piensa en este momento, pero no estoy seguro y no puedo asegurar esto, ¿está claro? No estoy seguro que en el grupo de la mediación alguien, no sé si también el gobierno – pero no estoy seguro – quiere un representante de la Santa Sede. Esto hasta el momento en el cual partí de Roma. Pero las cosas están allí. En el grupo hay un zapatero de España, Torrijos y otro más, y un cuarto, se decía, de la Santa Sede. Pero de esto no estoy seguro”.

Otro interrogante fue sobre el tema de la represión en Turquía:

“Cuando he debido decir alguna cosa que no le gustaba a Turquía, pero de lo cual estaba seguro, lo he dicho, con las consecuencias que ustedes conocen. He dicho esas palabras. ¡Estaba seguro! No he hablado porque todavía no estoy seguro, con las informaciones que he recibido, de lo que está sucediendo ahí. Escucho las informaciones que llegan a Secretaría de Estado, y también de algunos analistas políticos importantes. Estoy estudiando la situación también con los asesores de la Secretaría de Estado y la cosa aún no está clara. Es verdad, siempre se debe evitar el mal a los católicos – y esto todos lo hacemos – pero no al precio de la verdad. Existe la virtud de la prudencia – se debe decir esto, cuando, como – pero en mi caso ustedes son testigos que cuando he debido decir algo referente a Turquía, lo he dicho”.

También fue cuestionado el Papa sobre las nuevas acusaciones que se han formulado contra el Cardenal Pell en Australia, relacionadas con abusos de menores, que son muy distintas a las acusaciones anteriores.

¿Qué se debería hacer con el Cardenal Pell, dada la grave situación, en un puesto tan importante y la confianza que usted le ha dado?

“Gracias. Las primeras noticias que llegaron eran confusas. Eran noticias de hace más de 40 años y ni siquiera la policía había hecho caso en un primer momento. Una cosa confusa. Luego, todas las denuncias han sido enviadas a la justicia y en este momento están en manos de la justicia. No se debe juzgar antes que la justicia juzgue. Si yo dijera un juicio a favor o en contra del Cardenal Pell, no sería bueno, porque juzgaría antes. Es cierto, está la duda. Y existe aquel principio claro del derecho: In dubio pro reo. Debemos esperar la justicia y no hacer un juicio previo, un juicio mediático porque esto no ayuda. El juicio de los chismes, ¿Y luego? No se sabe cómo resultará. Estar atentos a lo que decida la justicia.
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Una vez que la justicia haya hablado, hablaré yo. Gracias”.