Santos no suspenderá diálogos e imagina a cabecillas de las Farc en el Congreso
El presidente Juan Manuel Santos, afirmó en una entrevista al diario español El País que se imagina a cabecillas de las Farc sentados en el Congreso de la República y aclaró que su gobierno quiere «vender el acuerdo cuando esté todo completo», pues «individualmente puede ser muy mal interpretado».
Santos aseguró que está satisfecho de lo alcanzado hasta ahora en las negociaciones de paz que mantiene el gobierno y la guerrilla en La Habana, y agregó que concibe que las Farc estén representadas en el Congreso.
«Me imagino a representantes de las FARC sentados en el Congreso. De eso se trata el proceso: que dejen las armas y que sigan con sus ideales. Nadie les está obligando a cambiar su manera de pensar, pero que luchen por sus ideales sin armas, sin violencia, sino utilizando las vías democráticas», dice el mandatario.
Santos reconoce que se siente satisfecho por lo alcanzado hasta ahora en las negociaciones con las FARC y destaca que «son acuerdos que le van a hacer en el fondo un gran beneficio al país», tanto en desarrollo rural como en participación política.
¿Es posible que las FARC abandonen un negocio tan lucrativo como la droga y entreguen las rutas por las que la sacan del país? «Lo que le puedo decir es que estamos de acuerdo con un principio: Colombia sin coca», responde el presidente colombiano. Y sentencia: «Va a haber un acuerdo para ir desapareciendo el narcotráfico y la producción de cocaína en Colombia».
Además, señaló que en estos momentos hay «una dinámica de progreso» y «hay que aprovecharla», si bien reconoció que no cree que sea posible un acuerdo antes de las elecciones, aunque aspira avanzar y cerrar al menos dos o tres temas más.
Uno de los temas pendientes es conseguir que la guerrilla abandone el narcotráfico.
Sobre este asunto, afirmó que «va a haber un acuerdo para ir desapareciendo el narcotráfico y la producción de cocaína en Colombia» y aseguró que Gobierno y FARC están «de acuerdo con un principio: Colombia sin coca».
Además, manifestó que es optimista con la negociación, que «sería lo más importante que le ocurriera a este país en los últimos 50 años», aunque reconoce que lo que falta «es muy complicado y muy difícil.»
Por otro lado, señaló que, una vez completado el proceso y consultado a los colombianos con un referéndum u otro sistema, se sentiría deslegitimado por una votación en contra de los acuerdos de paz, pero está seguro de que los colombianos «cuando les presentemos el paquete completo, lo van a comprar, lo van a aceptar y lo van a apoyar».
Respecto al secreto en que se están manteniendo los acuerdos que se están alcanzando, dijo que este tipo de negociaciones «exigen secretismo absoluto», si bien admitió que «este sirve también para que los enemigos del proceso lo aprovechen para sembrar la inquietud en la ciudadanía y acusar a los gobiernos de traiciones sin nombre, con lo que abren otro frente, esta vez interno, que pone en riesgo la negociación».
Además, aclaró que su gobierno quiere «vender el acuerdo cuando esté todo completo», pues «individualmente puede ser muy mal interpretado».
Respecto a las víctimas del conflicto, Santos dijo que «se les va a respetar sus derechos a la verdad, a la justicia, a la reparación, a la no repetición», si bien señaló que las víctimas «son conscientes de que también hay que hacer sacrificios en materia de sus derechos para que podamos lograr la paz».
Santos se refirió también a la inhabilitación del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, por la Procuraduría General y dijo que, aunque pueda no parecer razonable, «es la ley. Y la ley hay que cumplirla».
Preguntado por si aspirará a la presidencia dentro de cuatro años, Santos respondió que «en cuatro años no tendré la más mínima posibilidad de aspirar, ni quiero».
Santa Fe con agencias
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