Economía

En el campo colombiano la pobreza es 3,7 veces mayor que en las ciudades: U.N.

campesino–El reciente Censo Nacional Agropecuario mostró que la zona rural colombiana está peor que hace 30 años y que la población campesina es 3,7 veces más pobre que en la ciudad.

Así lo estableció el coordinador del Centro de Pensamiento en Desarrollo Rural de la U.N., profesor Fabio Leiva, quien destacó que el 82 % de los predios rurales privados está en manos del 10 % de los propietarios.

Así mismo, de 11.345.300 hectáreas de suelos agrícolas disponibles en el país, el 65 % no se cultiva, según cifras de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria.

Según el catedrático, esta situación plantea varios retos para el posconflicto.

Dentro de las razones por las que el campo sigue siendo una tarea pendiente –que está lejos de resolverse– se encuentra que 50 % de las tierras están formalizadas en catastro, indicó Leiva.

Además existe un problema de mercadeo: “Mientras los productos son baratos a la salida de las fincas, en la ciudad se venden muy caros, algo que beneficia a los intermediarios pero perjudica al campesino”.

Leiva Leiva destacó que el reciente Censo Nacional Agropecuario mostró que en materia rural el país está peor que hace 30 años.

Además señaló que las estadísticas ofrecidas por el Departamento Nacional de Planeación durante el foro “El desarrollo rural en el posconflicto: el problema de tierras” sustentan la preocupación existente.

Los pobladores del campo son 3,7 veces más pobres que los de la ciudad, es decir que de 100 hogares rurales solo 47 tienen acceso a la tierra.

Otro problema es la inseguridad jurídica: de 100 hogares con acceso a tierra, 60 son informales, 21 probablemente son formales, y no se tiene información de los 19 restantes.

Para el profesor Gonzalo Téllez Iregui, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, el país requiere con extrema urgencia una política pública de reforma agraria bien hecha.

Al respecto, César Pachón, líder de las Dignidades Agropecuarias y Cumbre Agraria, afirmó que se necesitan “condiciones y garantías para que el campesino pueda trabajar”, ya que no hay una política agraria digna, seria y justa”.

Mientras tanto, Ricardo Sabogal Urrego, director general de la Unidad de Restitución de Tierras, señaló que es necesaria una mayor formalización que les permita a los campesinos saber cuál es su propiedad.

En su opinión, no basta con que el campesino tenga tierra, sino que “es necesario garantizarle los modos de producción, que esta sea técnica y que sus hijos tengan donde estudiar, acceso a salud y servicios públicos”, señaló el funcionario.

Los desafíos para el campo colombiano no se detienen, y mucho menos en este momento histórico. Es necesario escuchar al campesino y el Estado debe mejorar sus mecanismos de actuación en el campo, con el fin de construir un escenario ideal para la paz. (Información de Agencia de Noticias U.N.)