Opinión

LA CORTE DIJO SÍ

Gabriel Ortiz Por: Gabriel Ortiz
BLANCO Y NEGRO
Según se escucha por todos los rincones, los colombianos en general, dicen amar la paz. Las gentes sensatas, que constituyen abrumadora mayoría, consideran que los Acuerdos de La Habana garantizan ese objetivo. Otros –muchos de los cuales patrocinaron el no- hicieron una campaña repleta de mentiras a través de algunos medios y las redes.

Como lo dijo el jefe de la campaña por el no, querían que los votantes fueran furiosos a las urnas –enverracados- y repudiaran los acuerdos, sin importarles que siguiéramos en guerra, y la paz estable y duradera se aplazara.
Aprovecharon la extensión del documento -297 páginas- que muy pocos leyeron, para hacerle creer a la gente que se trataba de algo endemoniado, algo nocivo, algo pestilente. Con una precaria mayoría impusieron su voluntad y por poco nos devuelven a la lucha armada con todas sus consecuencias.
El Premio Nobel de la Paz, con un discurso muy conciliador, llamó a los ganadores del no, para que propusieran sus inquietudes que, en su inmensa mayoría, fueron admitidas. Pero eso tampoco satisfizo al uribismo que lideraba a los “noistas”. Otros de estos aceptaron los cambios porque vieron que la paz estaba cada vez más cerca.
El senador Uribe, entre tanto, viajó a Estados Unidos a denigrar –como se le ha vuelto costumbre- de Colombia y de los acuerdos. Se amangualó con dos o tres retardatarios congresistas gringos, para pedirles que le quiten el apoyo a la convivencia que estamos construyendo. Acusó de “dictador” al nuevo Premio Nobel de la Paz, olvidando lo que él hizo en aquellos tiempos del famoso “articulito”, las notarías y demás triquiñuelas le permitieron violar la Constitución para hacerse reelegir.
Por fortuna la Corte Constitucional, le abrió el camino a la “vía rápida”, alias “fast track”, basándose en que se trata de un mandato constitucional, porque para el máximo organismo la paz es un fin imperioso que requiere un mecanismo especial, excepcional y transitorio.
Así las cosas, en prudente tiempo, el Congreso evacuará la norma con las modificaciones que consideren los parlamentarios necesarias, para afianzar la convivencia en nuestro territorio. Esa es la democracia y esa la forma de hacerle la vida amable y placentera a los casi 50 millones que habitamos por estos lares. La sensatez de la Corte, nos permitirá acariciar la estable y duradera paz. La Corte dijo SÍ.
BLANCO: El nuevo gerente del Emisor Juan José Echavarría, llega a amansar el dólar y a controlar la inflación. Buen viento.
NEGRO: La ética que perdió la periodista que cayó en la trampa al creer que todo se puede comprar, inclusive un Nobel.
gabrielortiz10@hotmail.com

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