Al menos el 49% de la población bogotana ha experimentado en el último año uno o más problemas de convivencia, según se desprende del análisis que se efectuó de tres estudios realizados: la Encuesta de Victimización de la Cámara de Comercio de Bogotá, la Encuesta Bienal de Culturas y la Encuesta de Cultura Ciudadana.

La irascibilidad, la falta de tolerancia, la predisposición a la solución violenta de los problemas y la falta de respeto hacia vecinos o incluso familiares, así como los frecuentes conflictos entre actores viales, están conduciendo a un creciente aumento de las riñas en la ciudad, circunstancia que afecta la sana convivencia, según constató con trabajo de campo el concejal Jorge Torres, quien realizará un debate de control político en el Concejo de Bogotá este martes a las 9 AM, para denunciar dicho panorama.

Según la Policía Metropolitana y la Secretaría de Seguridad, la proporción de homicidios causados por conflictos de convivencia asciende al 60%. Problemas personales e intolerancia social se constituyen en causantes preponderantes para la comisión de homicidios, muy por encima de otras circunstancias como atracos, sicariato o crímenes pasionales, entre otros.

El ruido, las mascotas, las basuras y el alcohol, son otras circunstancias que han derivado en la violencia cada vez más frecuente en la ciudad. El ruido, por ejemplo, según destaca la Encuesta de Cultura Ciudadana 2016, es el problema más recurrente de convivencia, comportamiento que afectó al 49% de los ciudadanos con un aumento de 6% con respecto a lo reportado en 2013.

En cuanto a las basuras, el que los vecinos saquen sus desperdicios a deshoras o los dejen frente a la casa de los demás, fue un problema de convivencia para el 42,9% de la ciudadanía según la Encuesta Bienal de Culturas, y para el 21% según la Encuesta de Victimización de la Cámara de Comercio. El manejo inadecuado de basuras también figura entre los asuntos conocidos por las inspecciones de Policía, con 167 casos en 2015.

Justamente en este aspecto, al visitarse la urbanización Plaza de la Hoja, que la constituyen torres de 17 pisos con apartamentos sin shuts de basuras, los residentes se ven obligados a descender dicho número de niveles para dejar las basuras en los lugares correspondientes, pero muchos desisten del propósito dejando los desperdicios en cualquier piso con la consecuente problemática.

Por esta razón, según narran vecinos consultados, “se han dado hasta machete” algunos residentes. También hay problemas de drogas y denuncian que existe un clima de total desconfianza por el confinamiento en que viven los propietarios.

En cuanto a las riñas, la Encuesta de Cultura Ciudadana 2016 reporta que 32% de la ciudadanía presenció peleas o riñas entre borrachos en su barrio, con lo cual se confirma cómo el alcohol también genera un aumento en la propensión a las riñas, siendo el nivel socioeconómico bajo en donde con más frecuencia se presentan los conflictos.

También se destaca que el incumplimiento del pago de una deuda económica, situación que afectó al 20% de la población en 2016, es motivo así mismo de conflictos, como el pago injusto por un trabajo realizado (afectó al 12% de la ciudadanía), situaciones de burla o discriminación por la apariencia física (9%), y agresión o insulto a los hijos por parte de hijos de vecinos (5% de la población).