Bogotá

El 50% del agua del Río Bogotá es de mala calidad: Concejo

Los retrasos en el proceso de descontaminación y recuperación del Río Bogotá, obedecen a un problema de gobernanza ambiental, afirmó la concejal del partido Conservador, Gloria Elsy Díaz, primera citante al debate de control político que hoy realizó el Concejo de Bogotá a la Administración Distrital en torno a este tema ambiental.

La concejal Díaz contextualizó que el río Bogotá tiene una extensión de 380 kilómetros que parten del Páramo de Guacheneque en Villapinzón y termina en Girardot. La cabildante cuestionó el hecho de que el tratamiento primario de aguas residuales que se hace a través de la PTAR Salitre produce gases efecto invernadero que afectan la salud de los capitalinos y el medio ambiente. Afirmó que no se tiene conocimiento sobre el manejo de los biosólidos obtenidos en ese tratamiento primario. También cuestionó el incremento elevado en el funcionamiento de dicha PTAR en los meses de mayo y julio de 2015, de más de mil millones de pesos.

Pese a los altos costos de este tratamiento el balance de la calidad de agua, según informe de la misma Secretaría de Ambiente es que ningún tramo del río cuenta con calidad de agua excelente, el 28% cuenta con calidad de agua buena; el 14%, agua aceptable; el 7%, agua marginal; y el 50%, agua pobre.

Informó la concejal Díaz que en 2015 el río Bogotá recibió más de 65.000 toneladas de sólidos contaminantes concentrados en su mayoría en la cuenca media y generados por vertimientos de Bogotá. Una vez el agua sale de la PTAR Salitre, sigue siendo contaminada.

Ante este panorama, el concejal conservador Roger Carrillo exigió mayor compromiso y responsabilidad interinstitucional en el desarrollo de obras ya diseñadas como la ampliación de la PTAR Salitre, la construcción de la Estación Elevadora y de la PTAR Canoas, y sobre todo, realizar campañas efectivas en dejar de contaminar el río.

A lo que el concejal conservador Nelson Cubides agregó que se debe controlar el crecimiento desordenado que se da alrededor del río, encontrar nuevas fuentes de financiación, asegurar los recursos para las obras planteadas, que haya una articulación entre Distrito, Departamento y Nación y que se creen centros de vertimientos para evitar que escombros, metales y demás sólidos y líquidos contaminantes sean botados al río.