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Con triplete de Cristiano Ronaldo, el Madrid toma ventaja en semifinales de Champions

ondacero.es

Un triplete de Cristiano Ronaldo, de nuevo decisivo en las grandes citas, acerca al Real Madrid al sueño de reeditar éxito en la final de Cardiff, convertido en la bestia negra europea de un Atlético de Madrid que arriesgó en búsqueda de un gol y recibió un duro castigo (3-0) que solo levanta una gesta histórica.

El Día de la Comunidad de Madrid no podía dejar un mejor regalo para el fútbol europeo que un nuevo duelo entre dos equipos que mandan en el viejo continente. Protagonistas de dos de las tres últimas finales, que daban una nueva exhibición de poder del fútbol español. Por cuarto año consecutivo un derbi madrileño en Liga de Campeones que esta vez no decidieron los pequeños detalles. El Real Madrid desató su mejor fútbol con un movimiento táctico clave, la presencia de un cuarto centrocampista gracias a la lesión de Bale.

Nunca una baja de una estrella le vino tan bien a un equipo. Permitió dar paso a la fantasía de Isco, el mejor socio de Modric, para disfrutar con el balón e imponer un criterio en el juego más asociativo del curso. El Real Madrid se convertía en un rodillo que exigía al Atlético sacar a relucir su mejor versión. Valiente Simeone en búsqueda de corregir errores del pasado que dejaron heridas aún abiertas, salió a presionar arriba, con líneas adelantadas pero condicionado por sus bajas en el lateral derecho.

Tenía clara su solución pero no estuvo a la altura. Lucas fue el elegido, a pierna cambiada. El Real Madrid ya tenía un flanco claro que atacar. Cristiano y Marcelo no tuvieron piedad. El Cholo comenzó con Koke como ayuda en esa banda y acabó recurriendo a Carrasco. El resultado fue el mismo. Su equipo se desmoronaba.

Zidane invitó a sus jugadores a pensar que solo existía el duelo de ida y con esa mentalidad salieron para derribar las líneas unidas rojiblancas. El balón no le duraba al Atlético y era jugado siempre con criterio por un Real Madrid que elaboraba su fútbol con paciencia hasta encontrar vías de ataque. Cristiano avisaba con un disparo lejano y el primer desequilibrio lo generaba Carvajal. Su pared con Modric la culminó con un potente disparo raso que sacó Oblak como pudo antes de ver como Benzema no afinaba con el exterior de su pie en el balón muerto. Con EFE