El Juventus, campeón de Liga y Copa en Italia, buscará levantar la Copa de Europa en Cardiff contra el Real Madrid en una final a la que llegó gracias a su «roca mágica»: una defensa impermeable y una delantera de puro talento.

Tras conquistar su sexto título liguero consecutivo, algo inédito en Italia, y sellar su tercer doblete seguido con la Copa nacional, el Juventus llega a la final de la Liga de Campeones del 3 de junio dispuesto a agrandar su leyenda con el triplete.

Nunca en su historia el club turinés logró ganar todas las competiciones en las que participó en una misma temporada y está convencido de que llegó a la madurez necesaria para que la Copa de Europa vuelva en sus vitrinas.

Han pasado 21 años desde el último triunfo europeo del Juventus, que en este período perdió dos finales: en 2003, contra el Milan en Manchester, y en 2015, contra el Barcelona en Berlín.

Sin embargo, en esta temporada el club turinés logró construir un equipo completo, al agregar a su tradicional solidez un enorme talento ofensivo, liderado por la pareja de argentinos formada por Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala.

La línea defensiva del Juventus es la menos goleada de Europa en esta campaña, al haber concedido solo tres goles en 12 partidos europeos y no concedió dianas a algunas de las mejores delanteras del mundo, como la del Barcelona.

Leonardo Bonucci, Andrea Barzagli y Giorgio Chiellini han sido, un año más, una garantía para los turineses y se lucieron en este curso por su capacidad de adaptarse a distintos módulos tácticos, tanto en un 3-5-2 como en un 4-2-3-1.

De hecho, el Juventus empezó su campaña europea con una defensa de tres y pasó desde febrero a una línea a cuatro, dando un paso significativo para convertirse en un equipo arrollador.

Bonucci y Chiellini fueron los zagueros titulares en los enfrentamientos contra el Oporto y el Barcelona, de los que salieron sin recibir goles, y también en la semifinal contra el Mónaco, en la que sólo recibieron una diana cuando el pase a la final ya estaba sentenciado.

El cambio de módulo podía suponer un perjuicio para Barzagli, pero el veterano internacional italiano logró adaptarse también en la posición de lateral cuando el técnico, Massimiliano Allegri, se lo pidió.

En todas las competiciones, el Juventus concedió este año sólo 35 dianas, pero esto no le impidió convertirse en un equipo espectacular también ofensivamente, liderado por Higuaín y Dybala.

El «Pipita» y Dybala mostraron afinidad desde el comienzo del año y contribuyeron con 32 y 19 goles, respectivamente, a los grandes resultados del club turinés.

Y es que esta pareja es una de las más completas de Europa, al contar con un delantero centro puro, como lo es Higuaín, y con un auténtico número 10 como Dybala, que inventa jugadas detrás de su compatriota.

Si los goles de Higuaín no suponen una sorpresa, lo que impactó este año fue el carácter de Dybala en los grandes partidos, tal y como demostró en el cuarto de final contra el Barcelona, un club al que marcó un espectacular doblete en la ida.

La «Joya» admitió que hasta hace pocos años ni siquiera imaginaba llegar a disputar la Liga de Campeones y está determinado este año en protagonizar otra gran prestación en la final para convertir en realidad su sueño europeo.

Sin embargo, cabe destacar también la aportación de los otros dos jugadores que completaron la delantera de los turineses: el colombiano Juan Guillermo Cuadrado y el croata Mario Mandzukic.

El último citado aceptó este año jugar de extremo izquierdo, sumándose constantemente a los laterales en fase defensiva, y representa de forma eficaz el compromiso de la plantilla del Juventus.

La máquina construida por Allegri, busca coronarse en la final contra el Real Madrid, el club más ganador de la historia de la Liga de Campeones, con sus 11 títulos.

Ganar al conjunto blanco representaría para el Juventus la mejor forma de volver a levantar una Copa de Europa que le falta desde hace 21 años.