–Así titula el diario El País de España — «El interminable viaje del metro de Bogotá»– un informe sobre la decisión que adoptó en las últimas horas el gobierno colombiano de con la aprobación del CONPES para financiar el 70% de la primera línea, que, señala, si no hay nuevos obstáculos comenzará a construirse en 2019.
En Bogotá se empezó a hablar del metro hace más de 70 años, pero la capital de Colombia deberá esperar al menos hasta 2019 para ver el comienzo de las obras de la primera línea si no se registran nuevos obstáculos y se resuelven todas las trabas administrativas y financieras, precisa el reporte de Francesco Manetto publicado este martes en el influyente diario español y en el cual ademas hace las siguientes precisiones:
El Gobierno ha ratificado este lunes su respaldo a la construcción de los casi 24 kilómetros de raíles elevados que deberían conectar el suroeste y el noreste de la ciudad. Calificó el proyecto de “importancia estratégica”, en palabras de Luis Fernando Mejía, director del Departamento Nacional de Planeación, y se comprometió a sufragar el 70% de los 12,9 billones de pesos del costo de esta infraestructura, alrededor de 4.400 millones de dólares. El restante 30% le correspondería al Distrito Capital, que debe ahora asegurarse esa cantidad antes de firmar un convenio de cofinanciación.
Bogotá es una urbe en la que viven más de ocho millones de personas, tiene un área metropolitana que se acerca a los diez millones y sufre a diario los inconvenientes del tráfico. Los embotellamientos o trancones son habituales y la red de autobuses bautizada como Transmilenio, inaugurada hace 17 años, no ha sido suficiente para solucionar los problemas de transporte de la ciudad, una de las pocas grandes capitales del mundo que aún no cuenta con metro.
Su construcción se ha convertido en una suerte de espejismo. Los bogotanos llevan décadas escuchando especulaciones o anuncios al respecto. Pero el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES), la principal autoridad colombiana de fomento, asegura que esta obra se ha convertido en una prioridad. El tramo aprobado cumple, ha explicado, Mejía, los requisitos de la Ley de Infraestructuras y se encuentra en fase de estudio de “factibilidad”. En cualquier caso, las autoridades ya han fijado un calendario de mínimos. Entre finales de este año y principios de 2018 debería concretarse el proceso de licitación, los trabajos comenzarían en 2019 y se prolongarían cinco años.
¿Cómo sería la Línea 1 del metro de Bogotá? Uniría una de las estaciones de cabecera de Transmilenio, Portal de las Américas, y la calle 72 en las proximidades de la Carrera Séptima, una de las de las principales arterias de la ciudad, en la localidad de Chapinero. Pasaría por la Avenida Primero de Mayo y por la Caracas y tendría 15 estaciones, de las que 10 estarían conectadas con la red de autobuses. El objetivo de este sistema de transporte consiste en desplazar a 72.000 pasajeros la hora en cada sentido. Circularán 20 trenes cada 60 minutos a una velocidad de 43 kilómetros por hora y, según Mejía, con una capacidad de seis pasajeros por metro cuadrado. El proyecto prevé también la construcción de tres líneas troncales que elevarían el coste de la obra hasta 19,5 billones de pesos. Mientras tanto, el metro de Bogotá sigue siendo un designio sobre planos.