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El Gran Show Man se estrena este jueves en los cines colombianos

Benj Pasek y Justin Paul ganadores en el 2017 del Oscar y del Golden Globe a Mejor Canción Original con “City of Stars”, llegan esta semana a salas de cine con su nueva participación en “The Greatest Showman” – El Gran Showman.

Hablamos de “nueva” porque en realidad pudiéramos decir que este es su primer trabajo, ya que comenzó mucho antes de su obra “Dear Evan Hanson” y años previos a su trabajo por La La Land.
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Michael Gracey director de El Gran Showman dice: “Lo que Benj y Justin crearon para esta película es, para mí, el mejor trabajo que jamás hayan hecho —y mira que han hecho cosas increíbles. Mezclan lo contemporáneo con lo clásico de una manera imperceptible. Le dieron a la película su alma y corazón, esos altos y bajos emocionales. Capturaron el espíritu de todo ello de manera perfecta. Las canciones que escribieron siempre te están llevando a un lado —cada una es una narrativa por derecho propio”.

Con un reparto excepcional, Hugh Jackman, Michelle Williams, Zendaya, Zac Efron y Rebecca Ferguson, El Gran Showman se perfila como una de las producciones más exitosas del 2018 que ya cuenta con tres (3) nominaciones a los Golden Globes® y una (1) en los Critics Choice Awards® las dos primeras galas de premios internacionales del séptimo arte con las que comenzamos este año.

Cuando Benj Pasek y Justin Paul se sumaron a El Gran Showman para escribir las canciones, supieron casi de inmediato que iba a ser algo como nada que hubieran hecho antes. Tenían un lienzo abierto y Michael Gracey lo quería llenar con canciones y palabras llenas de emociones eternas, rock moderno y referencias pop que obligaran a las audiencias modernas a emprender este viaje fantástico con Barnum y sus intérpretes. Sobre todo, tuvieron la oportunidad de traer y arrojar el pasado al presente, a través de su música”.

Paul recuerda: “La pasión de Michael fue muy contagiosa —esa energía nos emocionó. Y nos sentimos atraídos a este mundo lleno de color y vida, de imaginación y ensoñación. La idea de contar una historia de época con música contemporánea fue algo un poco aterrador al principio, pero también fue un reto muy intrigante. Componer estas canciones nos llevó a explorar una mezcla de estilos que quizás de otra manera nunca hubiéramos intentado”.

Pasek añade: “Debido a que estábamos componiendo canciones para apoyar una historia acerca de abrirse a un mundo de asombro, tuvimos la oportunidad de imbuir en nuestro proceso ese sentido de alegría. El Gran Showman mezcla muchas cosas que amamos: aprecia lo que los musicales pueden hacer como ninguna otra forma de arte, tiene emociones que penetran el corazón de una forma en la que las palabras no pueden y es acerca de la música pop. Así que para nosotros fue algo increíble combinar esas tres inspiraciones, mientras creábamos canciones que pudieran servir musical y líricamente a estos grandes personajes”.

A lo largo del proceso, Gracey fue un socio en el proceso creativo. “Tendemos a no escribir con nadie más en el cuarto, mas que nosotros —somos muy privados y reservados con nuestro proceso”, admite Pasek. “Pero Michael fue nuestro tercer colaborador en casi todas las canciones, y formó parte de la composición, desde el concepto al resultado final. Michael realmente nos impulsó a estar motivados por los personajes, por encontrar una voz única para cada uno de ellos”.

Como esto fue mucho antes de La La Land, y Pasek y Paul sabían que tenían un mandato para probarse a sí mismos como desconocidos que eran, agradecieron en especial la confianza que Gracey depositó en ellos, una que nunca puso en tela de juicio. “Michael se convirtió en nuestro defensor y gracias a que hablamos a profundidad con él de todo momento emocional, fuimos capaces de componer algo que fuera revelador para cada miembro del reparto”, comenta Paul.

Una vez que las canciones —y el reparto— estaban completos, Pasek y Paul ensayaron con los actores como si fueran a abrir una obra en Broadway, en vez de rodar un largometraje. “De verdad, ensayamos como si fuéramos a tener un espectáculo en directo”, explica Paul. “Nuestro espacio para ensayar en Brooklyn era todo lo que hubieras soñado que fuera: había ensayos de baile en un cuarto, mientras que en otro había ensayos de canto, y la única diferencia con respecto a un espectáculo de Broadway fue que nosotros también teníamos un pequeño estudio de grabación, donde podíamos empezar a grabar las pistas. Fue muy surrealista ver a todas estas imponentes estrellas de cine con un talento increíble entrar al salón de ensayos con sus atuendos de baile y que comenzaran a cantar nuestras canciones”.

Las sesiones de grabación fueron igualmente intensas. “La grabación fue un proceso de cantidad, que nos llevó a obtener toneladas y toneladas de material, y los actores fueron implacables”, recuerda Pasek. “Llegaban y estaban en sesiones de tres-cuatro horas por separado, y cantaban sus canciones una y otra y otra vez, yendo línea por línea en ocasiones. Toda la idea fue conseguir las mejores interpretaciones posibles, y asegurar que empatara con la increíble energía que se veía en pantalla”.

Conseguir la canción con la que da inicio el filme, “The Greatest Show”, y con la que también termina, fue una aventura por sí sola. “La canción fue escrita de una forma en la que nunca habíamos compuesto una canción. Michael quería que se sintiera como ese momento en el que estás esperando que algo extraordinario salga del escenario, alguien como Kanye o Steve Jobs; un empresario teatral que te pone a sudar de la emoción. Escribimos seis versiones distintas y ninguna funcionaba para Michael”, recuerda Paul. “Cuando intentamos escribir algo nuevo con él en la habitación y sólo nos dábamos de topes contra la pared, fue cuando dijo, ‘déjenme les toco algo que se me ocurrió antes de venir a esta sesión’. Lo que tocó fue sólo un ritmo, pero a partir de él, y en torno a él, comenzamos a escribir la melodía y la letra, haciendo el tipo de cosa de ‘Damas y caballeros, ha llegado el momento…’, y todo comenzó a fluir. La única cosa que Michael quería era que tuviera jactancia. Barnum está en el punto más álgido de sus poderes para hacer que la audiencia se pregunte: ‘¿Qué va a pasar?’ Así que estás a la expectativa y después la bola de fuego estalla y todo cobra vida”.

Gracey sirvió de inspiración para la canción y ésta, en cambio, inspiró a Gracey. Dice: “Quería que esta canción hiciera que la gente dejara de comer palomitas, alzara la vista y dijera, ‘¿Qué está pasando?’. Benj y Justin nos dieron música tan contundente y letras tan poderosas, que supe que, por lo mismo, yo tenía que entregar todavía más espectáculo”.

“A Million Dreams” ofrece un tipo de desafío diferente: moverse a través del tiempo. “Esta canción sigue a Barnum desde que era niño hasta que persigue a Charity, hasta su vida juntos en la ciudad. La idea principal es que el sueño de Barnum nunca deja de llevarlo hacia adelante”, comenta Paul. Pasek añade: “Estábamos pensando cómo un niño que se siente menospreciado expresaría su esperanza. Esa es la razón por la cual hay una inocencia infantil en la música —en realidad nunca piensas en lo difícil que es trabajar para conseguir tus objetivos, hasta que llegas ahí”.

Gracey fue tomado por sorpresa con la calidez de “A Million Dreams”: “Era tan hermosa desde un punto de vista melódico que se convirtió en el tema base de la película”.

“Come Alive” es otra favorita del dúo. “Es el momento en el que Barnum comienza a conseguir su meta de aportarle color a la monotonía. Ha construido su museo y su sueño es evolucionar”, comenta Paul. “Vimos la canción como si Barnum quisiera compartir este sentimiento con la demás gente, así que se los transmite a las ‘Rarezas’ y después ellos lo hacen con la audiencia, y después la audiencia con sus amigos y familia por toda la ciudad. Fue muy divertido hacer eso en una canción”.

La canción del bar “The Other Side” fue compuesta como una confrontación, una vez que Barnum, interpretado por Jackman, intenta convencer al desafiante Carlyle, papel de Efron, de que se una a su circo. “Queríamos tener como un tipo de enfrentamiento musical entre Hugh y Zac, así que quisimos que fuera acelerado y con mucha energía, pero también creíble desde un punto de vista emocional”, recuerda Paul. “Una vibra de guitarra acústica nos vino a la mente, y adquirió el carácter de un enfrentamiento a balazos en una cantina del viejo oeste”.

“En esta canción, Benj y Justin cubrieron mucho ámbito narrativo —comenzando con Barnum negociando con Phillip en el bar, a estar en el circo, hasta Phillip enamorarse de Anne a primera vista”, indica Gracey. “Conseguir ese arco sorprendente es asombroso. Lo que es todavía más emocionante es que conforme ensayábamos la canción, podías ver cómo Hugh y Zac se hacían amigos y, así, su interacción se hacía más profunda”.

Una de las canciones más románticas es “Rewrite the Stars”, un dueto entre Efron y Zendaya. “Ese momento es acerca de la decisión de Phillip por dejar atrás las reglas de la sociedad de clase alta e ir en búsqueda de Anne. Le está diciendo a ella que las reglas ya no existen para él y que si podría soñar eso con ella. Pero Anne es más práctica porque ha lidiado con más adversidades de las que él jamás haya podido conocer”, aclara Pasek. “Este es el momento en el que deciden deshacerse de la noción de que su amor es imposible y deciden soñar con un mejor futuro. Desde luego, eso es algo a lo que Barnum siempre le está apostando, especialmente con la manera en como Hugh lo interpreta”.

Zendaya le agregó su propia estampa personal a la canción. Gracey recuerda: “Fue Zendaya quien sugirió cantar a capela, que Zac le cantara a Anne sin música alguna. Lo intentamos y resultó ser una gran transición a la canción”.

“Tightrope”, el solo de Charity Barnum, es un tipo de canción de amor distinto. “Es una que explora cómo ella está dispuesta a sacrificarlo todo por un tipo que es impredecible, y a sabiendas de que no es una apuesta segura”, reflexiona Pasek. Paul añade: “Tiene un dejo de canción de amor y, sin embargo, también hay un trasfondo de añoranza. Y es ahí donde la contribución de Michelle Williams se hace presente, porque es una actriz que te da muchos matices y le aporta mucha complejidad a su proceso. Ves a Charity luchando con sus sentimientos encontrados. Sabe que para eso fue para lo que se apuntó cuando se quedó con Barnum, pero, no obstante, también está experimentando el lado más oscuro de esa decisión”.

“This is Me”, una canción con tintes de himno que les tomó varios intentos, dejó asombrados a Pasek y Paul con el resultado final. “Nos dimos cuenta de que necesitábamos el poder crudo de una voz femenina muy intensa para expresar la importancia de aprender a amarte, de empoderarte, incluso cuando todo el mundo te dice que no mereces ser amado”, comenta Pasek. “Cuando pensamos en ello de esa manera, la música y la letra comenzó a fluir”. Paul continúa: “Nos inspiramos mucho en canciones pop actuales, algo que podrías escuchar de Katy Perry, Kelly Clarkson o Pink —mujeres con poder y autoridad que pueden transmitir un mensaje de manera contemporánea, y eso es exactamente lo que Keala Settle nos brindó con su interpretación”.

Gracey recuerda: “Cuando Keala cantó eso en el taller, el lugar se vino abajo. Fue un momento tal, que pudimos ver que la canción era todo lo que habíamos esperado que fuera. La llevó a otro nivel con verdad y honestidad genuinas”.

Quizás la canción más seductora de la película es “Never Enough”, que Jenny Lind, interpretada por Rebecca Ferguson, le canta a Barnum. Paul comenta, “es una canción acerca del deseo insaciable, pero es una pieza de interpretación pura porque no hay un número de baile. Es Rebecca, ahí parada, cantando de una forma cautivadora”.

La canción de Jackman “From Now On”, por otro lado, es acerca de la búsqueda de la redención. “Esa canción es acerca de cómo Barnum termina por aceptar los errores que ha cometido con Charity”, comenta Paul. “Comienza con un silencio y después comienza a crecer y crecer, hasta el momento que tiene que correr por la calle para intentar ganarse de nuevo a su familia”.