Recientemente, el índice INRIX, clasificó el tráfico de más de mil ciudades en el mundo, y Bogotá ocupa el quinto puesto, detrás de Los Angeles, Moscú, Nueva York, Sao Paulo y San Francisco.

El tráfico en las ciudades del mundo es uno de los principales problemas. Anualmente en el mundo se venden cerca de 90 millones de autos nuevos, en un parque automotor global que está cerca a los 1350 millones de carros, en todo el planeta tierra.

Esto genera una serie de problemas de nivel de infraestructura, nos solo en Colombia, sino en el planeta entero. El espacio es limitado, la construcción de más vías incentivará la compra de más carros, pero también estamos frente a una variante, que la industria automotriz representa el 14% de la economía mundial. Es decir, el problema no se soluciona dejando de producir y vender carros.

Entonces, ¿cómo podemos solucionar este problema? En relación con el espacio, hablaremos de las dificultades de Bogotá; en dónde la ciudad cuenta con una gran planeación vial que se ha quedado en maquetas y proyecciones, pero en la realidad nunca se han ejecutado y no se encuentran dentro de la priorización por parte del Distrito. Esto hace, que nuestros muy limitados recursos hoy se usen para la construcción de ciertas vías principales, pero estamos dejando de lado las vías terciarias y la conectividad vial de la ciudad.

Por esto, debemos plantear, no solo recuperar las vías existentes, sino darle una prioridad a una movilidad más cómoda y democrática. Por ello, se debe buscar una alternativa que le dé prioridad al transporte público, por ello se debería establecer un mejoramiento vial prioritario para aquellas vías, principales, secundarias, terciarias y barriales, por donde pasan los buses del SITP. Esta debería ser una prioridad distrital, para que los usuarios del transporte público cuenten con un servicio más digno, en lo que concierne a infraestructura.

En lo que concerniente a los barrios, se debería establecer una solución de tráfico a los barrios. Buscar que las vías que se construyan nos ayude a desembotellar los barrios.

La otra parte de la solución, ya viene de la mano del gobierno nacional, y es buscar reemplazar el parque automotor particular. No podemos sacrificar la industria automotriz, que en Colombia vende cerca de 300 mil vehículos al año. Por lo tanto, se debe buscar beneficios para sacar los vehículos más viejos de las calles, para reemplazarlos con automóviles más nuevos, menos contaminantes, o en el mejor de los mundos, que sean reemplazados por vehículos eléctricos.

Todo esto requiere una inversión importante, por parte del gobierno distrital. Pero, así mismo, debe verse no como un apoyo financiero a la industria automotriz, sino como un ahorro en salud, ya que evitar más contaminantes en el aire ayuda a que no haya una proliferación de enfermedades respiratorias.