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La principal novedad será que la valorización no se cobrará a propietarios de predios residenciales de estratos 1, 2 y 3. El pago deberán hacerlo los grandes contribuyentes y podrán hacerlo en cuotas hasta por 5 años.
Se determinó que las respectivas facturas llegarán en enero del 2019, para pago con descuento hasta el mes de agosto, o un plan de cuotas a partir de ese mismo mes.
Los contribuyentes de predios residenciales tendrán un tope máximo de pago equivalente a un impuesto predial. Quiere decir que a menor cercanía del predio a la obra y menor avalúo, menor será su contribución y a mayor cercanía del predio a la obra y mayor avalúo, mayor será su contribución.
De igual manera se definieron los dos topes generales para todos los predios, luego de un análisis de capacidad de pago, así:
– Residenciales: Máximo un predial
– No residenciales: Máximo 2.5 prediales.
Para predios con avalúos menores a $50 millones, la contribución iría entre $82 mil y $256 mil según la cercanía del predio a la obra.
– Para predios con avalúos entre $50 y $100 millones, la contribución iría entre $90 mil y $550 mil según la cercanía del predio a la obra.
– Para predios con avalúos entre $100 y $200 millones, la contribución iría entre $84 mil y $1’364.000 según la cercanía del predio a la obra.
-Para predios con avalúos entre $200 y $500 millones, la contribución iría entre $113 mil y $4’252.000 según la cercanía del predio a la obra.
Estos rangos cubren el 88% de los predios residenciales que pagarán la contribución.
Los demás predios son residenciales con avalúo superior a los $500 millones, o predios atípicos, y su avalúo asciende incluso hasta los $23 mil millones.