El ministro de Defensa, Guillermo Botero, reconoció que la implementación de drones no han dado los resultados que se esperaban, debido a que aumenta los tiempos de labores del personal erradicador.
Botero señaló que: “Es un experimento bastante interesante que requiere de una tecnología importante, se pierden tiempos en la recarga de los herbicidas y combustibles. Su efectividad no es tan alta pero está dando resultados”.
Sin embargo la Policía Antinarcóticos consideró que los drones son necesarios, porque previenen afectaciones a los erradicadores ante la eventual presencia de artefactos explosivos.
Se informó también que durante el año 2018 se han registrado más de 100 ataques a uniformados en zonas de erradicación; la mayoría de ellos en el departamento de Antioquia, con minas antipersona.
Otras regiones como Nariño, Putumayo y Catatumbo, en las que más hay hectáreas ilegales, la labor de erradicación fue reforzada para evitar afectaciones de grupos armados ilegales.
La Policía indicó que los drones están en etapa experimental y no cuentan con licencias ambientales, además que cada dispositivo tiene un costo de 10 mil dólares, casi 30 millones de pesos.