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Mina del Eln acabó con la vida de «Prisca» en el Catatumbo

–Una noble Golden Retriever, de nombre «Prisca» se convirtió en la nueva víctima de las minas antipersona sembradas por el grupo terrorista Eln en la región del Catatumbo, departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

El ejemplar canino del equipo antiexplosivos del Ejército Nacional activó el explosivo cuando realizaba procedimiento de registro en la zona donde la semana pasada el Eln dinamitó el oleoducto Caño Limón-Coveñas, causando una nueva catástrofe ecológica que todavía no ha podido ser superada.

«Prisca», quien actuaba bajo las ordenes de su guía, el soldado profesional Jeferson Atenenis Chia, trataba de ubicar las minas sembradas por el grupo terrorista para evitar la reparación de la tubería de transporte de crudo.

De improviso piso uno de los explosivos y sobrevivió pero gravemente herida y tuvo que ser evacuada del área en un helicóptero Black Hawk hacia la ciudad de Cúcuta para tratar de salvarle la vida.

Al aterrizar la aeronave en el aeropuerto del Cantón Militar San José, hacia las 9 y 30 de la noche, los soldados que hacían parte de la tripulación desembarcaron cuidadosamente a Prisca evitando lastimarla.

Durante su viaje estuvo en las piernas del Soldado Profesional Jeferson Atenenis Chia, su guía; el cual acariciaba suavemente su cabeza y le expresaba palabras de aliento al oído, mientras ella con una mirada tierna movía levemente sus orejas.

Los soldados movieron a Prisca a una camilla, cubriendo sus ojos y arropando su cuerpo, para protegerla de la arena que las hélices del helicóptero elevan desde el suelo; transportándola hasta un vehículo que posteriormente se dirigió a un centro médico veterinario de la ciudad.

El soldado profesional Jeferson Chia, expresó en medio del recorrido que desde su ingreso al Ejército Nacional, se propuso una meta, ser un guía canino y conformar un binomio (ejemplar canino y guía), para así poder ayudar a encontrar junto a un compañero de cuatro patas, artefactos explosivos, que mediante una detonación o desactivación profesional, evitara acabar con vidas o destruir sueños. Él mismo, en medio de su preocupación por la salud de Prisca, cuenta que después de un año logró su objetivo, realizar el curso, contando con la suerte de recibir a su fiel amiga de tan solo un año de edad, la misma que después de ocho largos meses se convertiría en su lanza inseparable.

Al llegar al centro veterinario, Prisca fue atendida de forma inmediata por un médico especialista en cirugía de pequeñas especies, quien después de realizar una revisión de su estado, anticipó un diagnóstico desfavorable.

En el transcurrir de la noche, Prisca que se encontraba en una pequeña camilla acompañada de su inseparable guía, recibía cada dos horas altas dosis de antibiótico vía intravenosa y medicamentos para aliviar el dolor que producía las diferentes laceraciones que tenía en su mentón, cuello y parte abdominal.

Mientras el reloj del centro veterinario marcaba las 3:15 AM, Prisca que se encontraba dormida, lentamente dejó de respirar, su valiente corazón lastimado por el daño que ocasionó la onda explosiva en su cuerpo, palpitó por última vez. El soldado Chia tomó entre sus brazos el cuerpo de su fiel amiga y lo abrazó fuertemente.

Luego expresó: “Durante el tiempo que Prisca estuvo conmigo, ella salvo en más de una ocasión la vida de mis compañeros y la mía, es una heroína, una guerrera de cuatro patas y mi fiel amiga, que siempre llevaré en mi corazón”.

El Ejército Nacional diariamente avanza en el fortalecimiento del entrenamiento a estos binomios que constantemente salvaguardan la vida e integridad de la población civil y propias tropas en todo el territorio colombiano. (Versión Prensa Ejército).