Foto: Alcaldía de Chía
Una de las satisfacciones más grandes de la Administración del alcalde Leonardo Donoso, que le ha significado al mandatario sendos pulsos con la Nación y con el gremio transportador, empezará a materializarse este miércoles 6 de marzo luego de casi 3 años de pujas y forcejeos.
Se trata de la construcción de la carretera de Los Andes, un viaducto de 3,2 kilómetros al que el mandatario le apostó años atrás, incluso desde su campaña, para conjurar los graves problemas de movilidad que tiene Chía.
La obra, cuyo costo asciende a los 116 mil millones de pesos, sacará de la Avenida Pradilla a más de un millar de tractomulas que sin otra alternativa transitan diariamente por ese viaducto de 800 metros que comunica a Cundinamarca con el norte de Boyacá y los Santanderes.
Tendrá cuatro carriles –dos en un sentido y dos en el otro- un puente elevado sobre el río Bogotá y conectará la Variante Chía – Cota con el peaje de Los Andes, sobre la Autopista Norte.
Y aunque el proyecto es prioritario –nadie pone en tela de juicio su pertinencia y urgencia-, la verdad es que no ha sido fácil conseguir el destello de luz verde. Eso teniendo en cuenta que los recursos deben salir de los bolsillos de la Nación, dada la trascendencia del proyecto.
“Logramos materializar el sueño, el próximo 6 de marzo a las 7:00 am con presencia del Gobierno Nacional, del Gobernador de Cundinamarca se dará inicio a las obras de la carretera de la Troncal de los Andes después de muchos sueños se cumple esta meta.
La fuerza del agua no es la que labra la piedra, la que labra la piedra es la constancia. Hoy es una realidad la descongestión de la avenida Pradilla para el municipio de Chía”, dijo el alcalde Donoso visiblemente emocionado.
Al Alcalde, además de tocar las puertas y conseguir el presupuesto necesario de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y en su momento los avales públicos de los entonces viceministro de Transporte, Alejandro Maya en el 2016; y meses después del propio presidente de la República, Juan Manuel Santos, le ha tocado usar varias estrategias para arrancar la inercia que muchas veces parecía adherirse al proyecto.
Una de ellas, precisamente, la impopular medida entre transportadores de restringir en dos oportunidades el paso de carga pesada por el Municipio. Primero un par de horas. Después casi todo día. “Tuvimos que adoptar de urgencia esas medidas para descongestionar el Municipio, pero también como un mensaje al Gobierno Nacional”, dijo en su momento el mandatario Donoso.
Como sea, y superadas ciertas circunstancias con licencias arqueológicas y ambientales, la vía será una realidad en un par de meses… un plazo que bien vale la pena esperar si se tiene en cuenta que se trató de un trabajo de años.
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