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Donald Trump y Vladimir Putin hablaron de Venezuela vía telefónica

El presidente de EE.UU., Donald Trump, habló este viernes durante más de una hora con su homólogo de Rusia, Vladímir Putin, sobre la situación en Venezuela, además de sobre Ucrania, Corea del Norte y un posible «acuerdo nuclear» nuevo que incluiría potencialmente a China.

Durante la llamada, Trump dejó en claro que «Estados Unidos está con el pueblo de Venezuela», apuntó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, en alusión al apoyo de Washington a los esfuerzos del jefe parlamentario venezolano Juan Guaidó, a quien reconoce como presidente interino, para forzar la salida del mandatario Nicolás Maduro, un aliado de Moscú. Sanders aseguró que el presidente Trump «reiteró la necesidad de una transición pacífica» en Venezuela.

De otro lado, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó la conversación telefónica sostenida este viernes entre el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, «de casi hora y media de duración» y sobre cuyo contenido no aportó datos.

Mientras la administración de Donald Trump ha liderado el respaldo internacional a Guaidó, quien se proclamó presidente interino de Venezuela en enero pasado, Rusia se ha mantenido firme en su respaldo a Maduro, del que ha sido aliado desde su llegada al poder.

Rusia emergió como un actor influyente en la crisis de Venezuela esta semana, cuando Washington acusó a Moscú de convencer al presidente Nicolás Maduro de que no huyera a Cuba. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, afirmó que Maduro tenía un avión en pista listo para volar a La Habana, cuando «los rusos le dijeron que debería quedarse».

Moscú respondió, asegurando que esas afirmaciones eran falsas y acusando a Washington de apoyar un golpe «que no tiene nada que ver con la democracia», al respaldar al líder opositor Juan Guaidó. Moscú tiene sus razones para apoyar a Maduro, pues es uno de sus pocos aliados en América Latina y Rusia ha invertido millones en la economía venezolana.

Pero, según los analistas, Vladimir Putin estaría apostando por una estrategia a largo plazo, esperando aprovecharse del caso de Venezuela en su tira y afloja con Washington. «Rusia busca transformar su influencia en Maduro -que, de hecho, no es absoluta- en una oportunidad de tener un diálogo con Estados Unidos», declaró a la AFP Tatyana Stanovaya, directora de R.Politik, un gabinete de análisis con sede en París. Para Rusia, «Maduro es una moneda de cambio».

La tensión en Venezuela se acentuó desde que Juan Guaidó se proclamó presidente interino en enero, afirmando que la reelección de Maduro el año pasado fue ilegítima y apoyándose en tres artículos de la Constitución. Más de 50 países, con Estados Unidos a la cabeza, respaldaron al presidente de la Asamblea Nacional, de 35 años, mientras que China y Rusia dieron su apoyo a Maduro.

Azotado por las sanciones occidentales, Moscú percibió rápidamente una oportunidad, aunque ello supusiera abrir un enfrentamiento con Estados Unidos en América Latina, tradicional esfera de influencia de Washington. En marzo, Moscú envió dos aviones con unos 100 soldados y equipos a Caracas, donde se cree que también estarían trabajando mercenarios rusos.