Consolidar una marca o una compañía, y más aún, lograr que se mantenga vigente en el tiempo, es una tarea que requiere de una mezcla estratégica de curiosidad, creatividad y actualización tecnológica.
La innovación se ha convertido en un compromiso que deben adquirir las compañías para crear una cultura empresarial donde todos los miembros del equipo participen en la búsqueda de un valor añadido a los productos y servicios finales.
Construir una cultura de innovación en las empresas es posible por medio del fomento y desarrollo de hábitos que promuevan la diversidad de ideas, la transferencia de conocimiento y las iniciativas de cambio. Proponer acciones que cambien la rutina de las empresas suele ser responsabilidad de las posiciones de liderazgo, sin embargo, esta debe ser una práctica que involucre a todos los niveles de la organización para obtener los resultados esperados. Además, este interés por hacer las cosas diferentes debe estar presente en todo momento, no solo en medio de coyunturas difíciles.
Durante la segunda sesión de Talks by We, organizada por WeWork el pasado 16 de marzo,
Thor Borresen, Vicepresidente de Marketing de Bavaria; Marcelo Arango, CEO del Grupo Sancho; y Paola Aldaz, Head of Market Development de Mastercard, discutieron sobre el rol de la innovación dentro del proceso para reinventar y las implicaciones que esta práctica tiene en los resultados integrales de las compañías. A continuación, tres grandes conclusiones.
Tener un propósito: la propuesta de valor que se ofrece con el producto o servicio que se está vendiendo, debe estar atada al propósito que tiene la marca detrás de cada campaña. El objetivo de la empresa debe estar claro en todo momento y así mismo, la manera cómo se le habla al consumidor debe ser coherente con éste.
Lo más importante a la hora de comenzar cualquier proyecto será siempre volver a la esencia, tener presente el por qué se hace lo que se hace y de dónde viene cualquier proceso evolutivo de la organización.
“La gente se tiene que conectar emocionalmente con lo que se le está vendiendo. Siempre se debe cuidar la motivación que hay detrás de toda acción que se emprende.” Afirma Marcelo Arango, CEO del Grupo Sancho.
Adaptarse al cambio: el consumidor hoy en día, está expuesto continuamente a toda una cantidad de mensajes que llegan de diferentes medios, gracias a la tecnología. En este sentido, el factor innovador del producto o servicio que se está vendiendo, cobra una alta importancia para tener un grado diferenciador frente a la competencia.
Frente a esto Paola Aldaz, Head of Market Development en Mastercard, expresó “Debido a la saturación que existe actualmente en términos de comunicación, toma mucha relevancia el producto o servicio que se ofrece. Cuando se construye adecuadamente, la publicidad no hace falta porque lo que ofreces se comunica por sí solo. La prioridad en este momento, está puesta sobre la relevancia que tiene tu producto.”
Siendo esto así, lo más importante será siempre estar en la búsqueda constante de la reinvención. Es vital adaptarse a los cambios en la sociedad, entender lo que sucede en el entorno para de esta forma detectar las principales necesidades del consumidor.
Crear desde el consumidor: “Al momento de crear, se debe tener en cuenta antes de cualquier cosa, por qué el consumidor al que le está apuntando con su producto o servicio, necesitaría lo que usted le ofrece”. afirmó Thor Borresen, Vicepresidente de Mercadeo de Bavaria.
En este orden de ideas, todo debe comenzar desde el consumidor. Se debe tener la capacidad de presentar las cosas de tal manera que le sea interesante a todos los públicos de interés. No hay que lavarle la cabeza al consumidor; por el contrario, es importante crear en torno al vínculo que se espera crear con éste.
Las tendencias se marcan a través de lo que viven los públicos de interés. De esta forma, se deben presentes en todo momento los ciclos del mercado, entender los conceptos que se manejan para construir acertadamente en torno a ellos.
