Judicial

Se eleva a 201 el número de desmovilizados de las Farc asesinados

–Con la muerte este martes en Puerto Asis, Putumayo, de otro desmovilizado de las Farc, se elevó a 201 el número de exguerrilleras y exguerrilleros asesinados tras la firma del Acuerdo de Paz, según lo reportó la Fundación Paz y Reconciliación, Pares.

La última víctima mortal fue el firmante de paz Angel Alberto Calderón, conocido como “el gato”, quien fue acribillado a balazos en el cabildo de Santa Rosa del municipio de Puerto Asís.

Según el informe de Partes, en los últimos tres meses se han registrado dos homicidios de excombatientes que adelantaban su proceso de reincorporación en el Espacio Territorial, ETCR, Héiler Mosquera, ubicado en la vereda La Carmelita, al otro lado de la desembocadura del Río Guámez y la cuenca del Río Putumayo, en la carretera que conduce a Puerto Vega-Teteyé, en la vecina república de Ecuador.

El otro integrante del ETCR Héiler Mosquera asesinado fue indentificado como Juan Carlos Castillo o Luis. Su cuerpo fue encontrado cerca del resguardo Kwisna Cxhab, en inmediaciones a la vereda de Alto Lorenzo.

Ambos exguerrilleros asesinados hacían parte de la Cooperativa del Pueblo Putumayense (CMPP).

Pares indicó que los 121 firmantes de paz que habitan el ETCR Héiler Mosquera, que se encuentran trabajando en iniciativas productivas, están buscando terreno para trasladar el espacio territorial pues afirman que la falta de garantías de seguridad son insostenibles.

Hasta el momento no se ha podido establecer la autoría de los crimenes. En el departamento putumayense hace presencia el clan del golfo, La constru, La mafia Sinaloa y las disidencias de las Farc de los frentes 1, 31, 48 y 49.

El otro asesinato más reciente se conoció este 15 de junio, en la subregión del Catatumbo, cuando hombres armados acabaran con la vida de Mario Téllez Restrepo, firmante de paz y padre de tres hijos.

Mario fue asesinadio por desconocidos cuando se encontraba trabajando en zona rural del municipio de Tibú, Norte de Santander.

Según cifras del Consejo Nacional de Reincorporación del componente Farc, durante la pandemia de Covid-19 han sido asesinadas 11 personas. En lo que va corrido de 2020, son 29 firmantes de paz muertos violentamente en Colombia.

Además, en la última semana fueron asesinados dos hijos de exguerrilleras, así: Bairon Eliécer Gómez Restrepo fue asesinado el 12 de junio en el ETCR Mariana Paéz que está ubicado en en el municipio de mesetas, Meta; y Camilo Sucerquia Durango asesinado el 6 de junio en cercanías al ETCR Santa Lucía en el municipio de Itunago, Antioquia.

El partido Farc anunció que presentará ante la Jurisdicción Especial para la Paz y ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la lista de los 200 firmantes asesinados tras la firma del Acuerdo en el Teatro Colón, el 24 de noviembre de 2016. También presentará cerca de 50 tentativas de homicidio de las que han sido víctimas la población en proceso de reincorporación.

Para Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, existen tres elementos frente al tema de asesinatos a excombatientes en en el pías. El primero, es que Colombia continúa repitiendo una historia sobre los asesinatos a quienes hacen la paz. Incluso desde la época del Charro Negro, cuando Manuel Marulanda se alcanzó a desmovilizar y, con esos asesinatos Marulanda se rearma.”

Lo segundo, para Ávila, es que las medidas del Gobierno Nacional no han funcionado. Es decir, por ejemplo, que el Plan de Acción Oportuna que lanzó el gobierno Duque no han sido más que anuncios y discursos que no se han materializado en resultados preventivos”. Lo tercero que señala Ávila es que el fenómeno de esta violencia selectiva va más allá, “es un tema muy complejo, que tiene muchas aristas y no deben existir salidas facilistas.”

Finalmente, señala el analista político, que detrás de los asesinatos existen muchos factores, porque, por ejemplo, las disidencias están matando excombatientes porque estos se niegan a reincidir, también hay crímenes de odio porque fueron de las Farc y son de izquierda, también por venganza por psarte de organizaciones neoparamilitares.