Opinión

Envejecimiento de la población: 2ª Megatendencia del siglo XXI

Por: Luis Eduardo Forero Medina
Pasó inadvertido el comienzo este año del Decenio del Envejecimiento Saludable (2020-2030), justo cuando han nacido los octogenarios de la segunda mitad del siglo XXI, segmento de la población que junto con los septuagenarios y sexagenarios son los que dominan políticamente el mundo; sin embargo otra parte de esta población y que està en aumento en el planeta, no goza de una pensión de retiro como tampoco vive una vejez digna, especialmente en las regiones en vías de desarrollo; situación que se torna más grave si se tiene en cuenta que la mayoría de países no tienen diseñadas políticas que garanticen a los jóvenes de la actualidad que tendrán una vejez decente.

Hasta la década de los sesenta del siglo pasado de las personas ancianas se encargaban sus familiares; situación que comienza a modificarse cuando las familias se vuelven menos numerosas, la mujer se incorpora a la fuerza de trabajo o el retirado no dispone de recursos económicos para su auto sostenimiento. En edad avanzada por lo general se padece de algún dolor crónico; comienzan las dificultades para oír, ver, caminar, o realizar actividades sociales o cotidianas; y los síntomas de la depresión también lo acompañan, sobre todo en entornos nada amigables para ese grupo.
A la hora de clasificar a las personas en ese momento de la vida y su situación, se refieren a «ancianos», «tercera edad» «cuarta edad», autocuidado o automanejo; «dividendo demográfico», término este último que hace mención a la razón de dependencia de la población (la proporción de personas menores de 15 años y mayores de 59 años, en comparación con la de personas de 15 a 59 años de edad). Hay un dividendo demográfico cuando la razón de dependencia disminuye sustancialmente, explican los versados. En el mundo hay ya más de mil millones de personas que tienen 60 años o más, la mayoría de ellas en países de ingresos bajos y medianos. De esa cantidad, más de 300 millones de personas de la tercera edad carecen de cuidados adecuados, alertó la OIT. (Organización Internacional del Trabajo)
Los esfuerzos internacionales para mejorar el status de las personas de edad avanzada apenas empezaron desde el siglo pasado con la expedición en 1967 del Convenio de la OIT sobre las prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivientes. Con el apoyo de la OPS (Organización Panamericana de la Salud), en el año 2000 se estableció la Academia Latinoamericana de Medicina del Adulto Mayor (ALMA); en 2002, los Estados Miembros de la OPS aprobaron por primera vez una resolución sobre el envejecimiento y la salud (CSP26.R20); en 2009, la Región de las Américas fue la primera de la OMS (Organización Mundial de la Salud ) en aprobar una estrategia y plan de acción sobre el envejecimiento y la salud; finalmente en 2016, la OEA (Organización de los Estados Americanos) , y la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), aprobaron la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores.
Las críticas más recurrentes sobre este tema, es que el mundo del trabajo los discrimina negando en los países de América Latina la posibilidad a las personas mayores de continuar laborando; y los sistemas de salud no están preparados para atender esta población; cada vez más el paciente es el responsable de su propio cuidado si su sistema de salud lo hace posible. Fuera de no presentarse una continua capacitación del personal de salud correspondiente a todas las edades de una persona, no están dotados de adecuadas herramientas tecnológicas, y en formación profesional no hay suficientes agentes comunitarios de salud y educadores de salud, dietistas, enfermeras, fisioterapeutas y en particular recurso humano científico centrado en las personas mayores; en todo el mundo el personal de gerontología y geriatría escasea. Igualmente, en todo el mundo existe una inmensa orfandad respecto de los datos acerca de la población de edad avanzada; muchas veces los sistemas de salud desconocen su número, localización, indispensables para formular sus políticas al respecto.
El futuro de la mayoría de personas de edad avanzada es sombrío, mayormente en los países de ingresos bajos y los de ingresos medianos, en la medida que las naciones no hagan verdaderos esfuerzos para recibir los nuevos viejos, flexibilizando el derecho a pensiones de retiro y creación de instituciones que brinden apoyo económico y social a la población que está envejeciendo y requiera de cualquier tipo de ayuda para sobrellevar esa etapa de la vida. Esa estrategia no ha de tomarse como “gastos”, sino como “inversiones”.
Estados Unidos y Canadá ya envejecieron, pues cerca de 20,7% de su población tiene 60 años o más; por su parte América Latina sigue siendo un Continente joven. El país más envejecido del planeta es Japón, donde contratan adultos mayores menos envejecidos para tareas suaves en centros geriátricos. En Colombia los mayores de 65 años son el 9,1% de la población total de 48.2 millones, según el DANE; en 1985 esta población era el 3,98%. Actualmente hay 1.3 millones de pensionados en el país. El departamento que más envejecimiento desarrolló fue Quindío, donde por cada 100 jóvenes entre 0 y 15 hay 72,2 colombianos mayores de 65 años.
@luforero4