-La Supersalud les hizo un fuerte llamado de atención para que garanticen el derecho a la salud de sus afiliados.

–Las entidades administradores de recursos de salud (EPS) que operan en Bogotá son las más deficientes del país de acuerdo con las quejas y reclamos recibidas por la Superintendencia Nacional de Salud, especialmente por la demora en la entrega de medicamentos y por retrasos en la programación de cirugías, según lo reportó el organismo de control del sector.

La Supersalud estableció que la insatisfacción de los usuarios o afiliados registró incrementos de más del 100 por ciento por lo cual el jefe de la entidad, Ulahí Beltrán López, hizo un enérgico llamado a los actores que administran los recursos financieros del sistema y que están encargados del aseguramiento para que de manera inmediata les garanticen el derecho a la salud a todos sus afiliados.

«No vamos a permitir que se sigan presentando malas prácticas que impiden la correcta prestación de los servicios; ustedes se deben a los usuarios porque ellos son los dueños del sistema de salud», notificó el Superintendente a los representantes de las EPS, al instalar una mesa de intervención que busca formular un plan de acción para superar las deficiencias de las administradoras de recursos.

Esta mesa focalizada para la problemática del Distrito Capital es la tercera que se desarrolla como parte de la estrategia de inmersión que la Supersalud empezó hace una semana en los 10 territorios del país que muestran la mayor criticidad en materia de aseguramiento y prestación de servicios.

Durante la instalación de la mesa, la Superintendencia presentó un diagnóstico que incluye los estándares de evaluación a las EPS, entre los que se destacan la gestión efectiva de las peticiones, quejas y reclamos formuladas por su población afiliada, la evaluación global de sus indicadores de desempeño y el cumplimiento de los estándares de gestión del riesgo.

A septiembre de este año Bogotá es el primer territorio de Colombia con la mayor cantidad de peticiones, quejas, denuncias y súplicas presentadas por los usuarios debido a las insatisfacciones en los servicios y a las barreras de acceso que encuentran por parte de las EPS y que impiden la garantía del derecho a la salud.

Con 203.969 de quejas en este año, la ciudad tiene el 21.7% del total de reclamaciones presentadas a nivel nacional. Esa cantidad en la capital representa un aumento del 17,35% frente al mismo periodo del año anterior.

La falta de oportunidad en el agendamiento de cirugías, con una subida de 199%, y la demora en la entrega de medicamentos PBS, con 100%, son los mayores incrementos en las reclamaciones.

En el régimen contributivo las 5 EPS que concentran la mayor tasa de quejas por cada 10.000 afiliados son, en su orden: Nueva EPS, Famisanar, Salud Total, Compensar y Sura.

Y las EPS del régimen subsidiado con mayor tasa de quejas son EPS Capital Salud y Coosalud.

Por su parte, el Fondo de Pasivo Social de Ferrocarriles Nacionales (con 60,62%), la Policía Nacional (59,60%) y la ARL Positiva (33,82%) fueron las que registraron mayor aumento entre enero y septiembre de 2022 frente al mismo periodo de 2021.

«La red de atención debe estar garantizada y disponible para los usuarios, por ello la formalización contractual tanto con la red pública hospitalaria como con la privada ya debiera estar lista, por eso resulta inadmisible que al cierre de este año aún no se hayan legalizado muchos contratos con la red pública, colocando en riesgo la continuidad de la prestación de los servicios a los ciudadanos que hoy aparecen como afiliados, pero que por la falta de red efectivamente contratada, hoy tienen en entredicho el acceso a los servicios que requieren», puntualizó Beltrán López.