–El Ejército de Corea del Norte notificó este lunes que tomará medidas militares prácticas «continuas, resueltas y contundentes» en respuesta a los ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, en medio de la especulación de que Pyongyang podría llevar a cabo una nueva prueba nuclear, justo antes o después de las elecciones de mitad de mandato de Estados Unidos, programadas para esta semana.

En un «informe» publicado por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, según sus siglas en inglés), el Estado Mayor General del Ejército Popular de Corea del Norte (KPA) también dijo que llevó a cabo, la semana pasada, unas «operaciones militares», de cuatro días, contra el ejercicio aéreo entre los aliados Vigilant Storm, confirmando el lanzamiento de dos misiles estratégicos hacia las aguas a solo 80 kilómetros frente a la costa suroriental de Ulsan.

«Las recientes operaciones militares correspondientes del KPA son una respuesta clara de la RPDC de que cuanto más persistentemente continúen las medidas militares provocativas de los enemigos, más exhaustiva y despiadadamente las contraatacará el KPA», dijo el KPA. La RPDC son las siglas del nombre oficial de Corea del Norte: la República Popular Democrática de Corea.

El KPA condenó el reciente ejercicio Vigilant Storm como una «provocación abierta destinada a intensificar intencionalmente las tensiones en la región».

Añadió que el Estado Mayor General del KPA aclara, una vez más, que continuará respondiendo a los ejercicios de guerra de los enemigos contra la RPDC con medidas militares prácticas continuas, resueltas y contundentes.

Corea del Sur comenzó, este lunes, su entrenamiento anual simulado por ordenador Taegeuk, para mejorar las capacidades operativas contra las amenazas norcoreanas.

En una medida inusual, el KPA dio a conocer los detalles sobre una serie de operaciones militares, llevadas a cabo del 2 al 5 de noviembre. El Ejército norcoreano dijo, el miércoles por la mañana, que las unidades de misiles en la provincia de Pyongan del Norte dispararon «cuatro misiles balísticos tácticos, equipados con ojivas de dispersión y ojivas de penetración subterránea, hacia una isla desierta frente a la Presa del Mar Occidental».

Añadió que la Fuerza Aérea norcoreana en las áreas costeras oriental y occidental también lanzó «23 misiles tierra-aire, mientras llevaba a cabo un ejercicio para aniquilar los blancos aéreos en altitudes y distancias diferentes».

Posteriormente, el Norte disparó dos misiles de crucero estratégicos, con un alcance de tiro de 590,5 kilómetros, en mar abierto, a unos 80 kilómetros frente a la costa de Ulsan, en Corea del Sur, desde la provincia de Hamgyong del Norte, en respuesta al lanzamiento surcoreano de misiles guiados aire-tierra y bombas planeadoras guiadas, según el informe.

La respuesta militar se produjo después de que Pyongyang disparase alrededor de dos decenas de misiles, incluido un misil balístico de corto alcance que cayó cerca de las aguas territoriales de Corea del Sur, por primera vez desde el final de la Guerra de Corea de 1950-53.

El KPA afirmó que realizó, el jueves, un «lanzamiento de prueba importante de un misil balístico para verificar la fiabilidad del movimiento de una ojiva operativa especial que paraliza el sistema de comando de operaciones del enemigo».

El Norte parece estar refiriéndose a su último lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM), que el Ejército surcoreano presume que ha fallado.

El informe dijo que Pyongyang disparó también, hacia el mar del Este, cinco misiles lanzados desde un lanzacohetes múltiple de calibre supergrande y misiles balísticos tácticos de varias misiones, así como 46 misiles de lanzamiento múltiple de largo alcance.

Según el informe, el KPA llevó a cabo, el viernes, una «operación de misión de combate sin cuartel a gran escala» de la Fuerza Aérea, durante 3 horas y 47 minutos, movilizando alrededor de 500 cazas, y al día siguiente disparó dos misiles balísticos tácticos y dos misiles lanzados desde un lanzacohetes múltiples de calibre supergrande.

Seúl y Washington llevaron a cabo un ejercicio aéreo combinado a gran escala, del lunes al sábado de la semana pasada, movilizando cientos de aeronaves militares, incluidos cazas furtivos y dos bombarderos supersónicos B-1B.

En protesta, Pyongyang disparó, solo la semana pasada, 35 misiles hacia el mar del Este y el mar Amarillo.

Las comunidades de inteligencia de Corea del Sur y EE. UU. dicen que el régimen hermético de Kim Jong-un ha concluido los preparativos para una séptima prueba nuclear, agregando que podría elegir una fecha exacta teniendo en cuenta las elecciones de mitad de mandato de EE. UU., programadas para el martes, a fin de maximizar los efectos del ensayo. (Información Agencia Yonhap-Surcorea).