Opinión

Teleféricos, Más altos que las nubes

  Por: Luis Eduardo Forero Medina
La necesidad de las familias de disponer de un techo, obligó a miles de habitantes en Sur América a acomodarse en asentamientos informales como en laderas de las montañas, que al comienzo significaban largos recorridos a pie, en cicla y después en rutas urbanas de transporte con buses antiguos y en mal estado que recorrían por horas las empinadas y angostas calles para acercarse a los poblados y centros comerciales de municipios. Como una solución, en Brasil, Ecuador, México, Bolivia, Venezuela y Colombia han copiado sistemas de transporte de pasajeros por cable aéreo mediante góndolas o cabinas suspendidas de cables que son sostenidos por torres o postes. En Colombia, en 1915 se inauguró el teleférico más largo del mundo, entre Manizales y Mariquita, con una extensión de 71,8 kilómetros, prestando
servicio hasta 1968.
Fue en 2002, mediante el documento Conpes 3167 cuando se sugirió al gobierno nacional adoptar una política de transporte urbano, que, entre otros puntos, buscara “Incentivar a las ciudades en la implantación de sistemas de transporte que atiendan las necesidades de movilidad de la población, bajo criterios de eficiencia operativa, económica y ambiental”. Metro cable, Teleférico de Monserrate, TransMiCable, Mío Cable, Megacable, Teleférico Panachi y Cable Aéreo de Manizales, son los nombres con que fueron bautizados ese modo de transporte en las seis ciudades colombianas donde
funciona. En Bogotá, el teleférico a Monserrate, eminentemente turístico, arrancó el 27 de septiembre de 1955, tarda cuatro minutos en recorrer los 820 metros entre la estación de la circunvalar con calle 26 hasta los 3.152 metros, en la estación sobre el cerro. Transmicable, ubicado en Ciudad Bolívar al sur de la capital, la conecta en 13 minutos con el Portal El Tunal, a través de una línea de 3.34 kms de 4 estaciones, inició operaciones el 27 de diciembre de 2018. En Medellín, Metrocable, de 14,62 kilómetros cuenta con seis líneas de servicio comercial; entró en funcionamiento el 7 de agosto de 2004 con la Línea K que atiende el nororiente, y el 3 de marzo de 2008 se extendió hacia el occidente con la Línea J. Medellín se convirtió en la “primera ciudad en el mundo en implementar un sistema de teleférico como medio de transporte
público de tiempo completo” (Wikipedia). El Cable Aéreo de Manizales, inició el 30 de octubre de 2009, en sus 2,1 km y 720 más, administrando 2 líneas, la Primera comunica el centro de la ciudad, con la terminal de transportes y la Segunda conecta con el municipio de Villamaría. En este recorrido movilizan en promedio 8,500 pasajeros por día, a una velocidad promedio de 3.8 m / s.
Panachi en el Parque Nacional del Chicamocha, tiene 6.3 kilómetros, recorridos por 39 cabinas, movilizando en tres estaciones en conjunto 500 pasajeros por hora, a una velocidad de seis metros por segundo; inició operaciones el 17 de septiembre de 2015. Megacable de Pereira, moviliza a más de 6.200 usuarios por día, conectando por el sistema Megabús a Dosquebradas, Pereira y La Virginia, despegó el 30 de agosto 2021. Calificado como el más largo y moderno de Colombia, goza de 3400 metros con 4 estaciones, 21 pilonas y 50 góndolas. Mío cable de Cali, 2.08 km, en cuatro estaciones, beneficia a cerca de 120.000 habitantes de la ladera.

Este no tan moderno modo de transporte beneficia mayormente a población con suma dificultad para transportarse del hogar al trabajo o estudio, que antes era un calvario su trayecto, el cual hacen hoy en pocos minutos. Fuera de lo anterior, el Teleférico es ambiental, se mueve con energía limpia, ha aumentado la autoestima de los habitantes beneficiados; en fin, los costos de instalación no son elevados. El último en instalar fue el cable aéreo de la querendona, trasnochadora y morena Pereira, con una inversión de más de $130.000 millones. En su época, el Teleférico a Monserrate tuvo un costo total de un millón de pesos; Mío Cable costó más de $120.000 millones. Fuera de suplir el servicio de transporte público en comunidades generalmente vulnerables, los Teleféricos son motivo de atracción turística. El de Monserrate, durante la Navidad, los visitantes disfrutan del alumbrado. En Metrocable se llega a los tres edificios que componen la biblioteca parque en Santo Domingo, inaugurados en 2007, obteniendo una vista regia desde la comuna nororiental de la ciudad de la eterna primavera. En Mío Cable, la ruta por el transporte, la cultura, la música e historias de la ciudad inicia en la Terminal Cañaveralejo, disfrutando unas 600 piezas gráficas en las cuatro estaciones del Aero suspendido. Los visitantes disfrutan de muñecones, exposiciones, gigantografías, bastidores decorativos, cuadros, murales y vitrales. El Teleférico Panachi tiene la particularidad que es el único que atraviesa un. Cañón de 6.3 kilómetros de recorrido. Quito cuenta desde 2005 con un funicular turístico de 2,5 km que asciende desde unos 3.100 metros sobre el nivel del mar hasta casi 4.000 metros,
siendo uno de lo que más alto llega en el mundo. En Guayaquil, a finales del año 2020, se inauguró la primera aerovía que no sube a una montaña y que atraviesa el río Guayas, el Teleférico de 4,1 km. que conecta a Durán con el centro de Guayaquil.
@luforero4