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Emergencia en Barranquilla: Bomberos lograron sofocar incendio en uno de los tanques con hidrocarburo y tratan de apagar otro

–Luego de más de 24 horas de ingente labor, en desarrollo de la cual perdió la vida uno de sus compañeros– el sargento Javier Enrique Solano Ruiz–, los Bomberos de Barranquilla lograron sofocar las llamas de uno de los dos tanques que se incendiaron, al parecer por causa de un corto circuito, en la empresa Bravo Petroleum, ubicada en la Vía 40 con calle 85, zona industrial de la capital del Atlántico, en la madrugada de este miércoles 21 de diciembre.

Sin embargo, la conflagración continúa en un segundo tanque y se trabaja para tratar de controlarla y evitar que las llamas se extiendan a otros depósitos aledaños, entre ellos uno que contiene combustible de avión y que representa el mayor riesgo.

“El Cuerpo de Bomberos, con mucha valentía, ha logrado reducir la temperatura de ese tanque, mediante diversas acciones que han hecho; inclusive, han logrado treparse encima de uno de los tanques para aplicar —directamente— agua”, declaró el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo a Caracol Radio.

Añadió que se aplica de manera permanente espuma, la cual tiene que llegar al centro de la conflagración a fin de crear una película o capa que cubra el combustible, ahogar el oxígeno y apagar las llamas.

«Esto se logró en uno, y el otro se quemará de manera controlada”, complementó el alcalde, quien además descartó daños colaterales en la zona. La quema del combustible puede prolongarse por lo menos dos días más, segun los expertos.

“Hemos hecho un cerco bastante amplio para garantizar la seguridad de personas y empresas. Se evacuaron las compañías en la zona de riesgo, el resto se encuentra en una zona segura”, precisó.

Respecto a las causas de la grave emergencia, el alcalde Pumarejo señaló que una de las hipótesis es que hubo un corto circuito y esto causó una serie de errores en la infraestructura. Sin embargo, advirtió que será la investigación la que establezca el verdadero origen de la conflagración.

En cuanto al daño ecológico y la calidad del aire en la ciudad, señaló que por fortuna la alta velocidad de los vientos ha hecho que el material particulado se disperse rápidamente.

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad refutó las versiones que circularon el día anterior sobre un derrame de combustible que habría caído al río Magdalena. Además, destacó que se tiene activo un plan de contingencia para la contención del hidrocarburo en caso de que se presente un vertimiento de combustible.

BOGOTA VIVIO UNA EMERGENCIA IGUAL HACE 40 AÑOS

Esta emergencia que afecta a Barranquilla, recuerda una similar registrada en Bogotá la noche del 13 de diciembre de 1982 en el sector de Puente Aranda, donde se concentraba un complejo de depósitos de combustible y gas.

«Eran las 10:30 de la noche del 13 de diciembre de 1982. De repente, Puente Aranda se convirtió en un verdadero infierno: el tanque de gasolina número 17, de cien mil barriles de capacidad, estaba en llamas y el fuego amenazaba con extenderse a toda la terminal de almacenamiento de combustibles de la Carrera 50 con Calle 18», recuerda ASOBEL.

Una hora más tarde, el incendio se propagó al tanque 15 y tocaba ya los costados del tanque 16, recién abastecido con kerosene. Después de la media noche, las llamas alcanzaron más de 100 metros de altitud.

Foto Asobel

Durante cuatro días, más de 150 bomberos, decenas de ingenieros de seguridad, 200 hombres de la defensa civil y 200 carro tanques; aislaron la conflagración del resto del complejo. La acción heroica evitó una tragedia, pues de haber estallado los depósitos de gas cercanos al núcleo del incendio, muy poco habría quedado en cinco kilómetros a la redonda.

En aquel entonces, cerca de 10 mil personas –entre militares e internos de la cárcel Modelo- vivían cerca de la terminal de combustibles. Treinta años después, según los cálculos más recientes, más de 350 mil habitantes podrían resultar afectados por una emergencia en Puente Aranda.

En 2008, en un debate adelantado en el Congreso de la República, se afirmó que Puente Aranda es la zona de más alta vulnerabilidad de Bogotá por la ubicación y almacenamiento de tanques de combustible y gas propano. En el mismo debate, un parlamentario sostuvo que «los depósitos de combustibles deben quedar por fuera de las zonas urbanas, por lo cual, debe pensarse en su traslado y hacerlo a la mayor brevedad posible”.