–El presidente de Promigas, Juan Manuel Rojas, alertó este martes sobre la «posibilidad real de que Colombia importe gas natural desde Venezuela ante la estrechez del mercado nacional». Así mismo advirtió sobre las graves consecuencias que tendría para el país el frenar la exploración de hidrocarburos.

Los pronunciamientos los hizo Rojas en la pesentación del XXIV informe sobre la situación del sector, tras advertir que Colombia pasó de la abundancia a la escasez de gas natural.

El hecho es que Colombia solo tiene reservas de gas para 7.6 años y si no hay nuevas exploraciones se vería obligada a comprar el combustible en el vecino país.

Adicionalmente, el presidente de Promigas advirtió que prescindir del gas natural le costaría el país el equivalente a seis reformas tributarias y un alto impacto social negativo.

Concretamente señaló que frenar la nueva exploración, no construir nueva infraestructura de importación, desmantelar y sustituir la generación eléctrica a gas natural por eólica e impulsar la electrificación sustituyendo el consumo de gas natural en los sectores residencial e industrial le costaría al país unos 112 billones de pesos.

Al respecto expuso las consececuencias de varios escenarios, uno de los cuales, frenar la nueva exploración, pero ampliando la infraestructura de importación y manteniendo la capacidad de generación eléctrica a gas y el consumo de este energético en industria y hogares, señalando que tendría un costo total de $5,14 billones.

Además subrayó que todo esto provocaría representaría un aumento del 25 % en la tarifa final del servicio de gas, impactando negativamente a los hogares más pobres.

Sostuvo que una transición energética debe minimizar impactos negativos sobre nivel de bienestar de grupos más vulnerables y puntualizó:

“De ahí que se requiere trabajo articulado del sector para sentar las bases para una transición ordenada, responsable y sostenible, que permita facilitar acceso de más comunidades al gas natural en las cuales cerca de 2 millones de hogares aún usan leña para sus necesidades de energía”.

En su informe, el presidente de Promigas expuso también que el costo de cambiar la cocción con estufas a gas por estufas de inducción eléctrica en todos los hogares, sería de 18,27 billones de pesos.

Señalo que el canje de subsidios de gas por subsidios a la electricidad en los estratos más bajos exige adicionar 0,74 billones por año.

El valor presente neto del costo de reemplazar la generación eléctrica a gas
natural por generación eólica con confiabilidad equivalente tiene un costo de
85,35 billones de pesos, precisó.

Subrayó que el valor presente neto del costo de reemplazar el gas natural por electricidad en calderas en los sectores de productos alimenticios, elaboración de bebidas, textiles, marroquinería, maderas y papel tiene un costo de 10,57 billones de pesos.

Estableció que al cambiar la cocción a gas por cocción con estufas de inducción eléctrica de 10,4 millones de hogares se obtendría una reducción anual de 2,5 millones de t de CO2eq, lo que equivale a 0,83 % del total nacional (PNUD, 2022).

También anotó que el valor presente del costo de importar crecientemente para compensar el freno a la exploración del gas es de 3,14 billones de pesos.

Explicó que la diferencia en los valores presentes de los costos de transporte del gas a 2030, entre el escenario con y sin exploración, es de aproximadamente 2,0 billones de pesos.

Dijo que sin la incorporación de nuevas reservas de gas, el incremento en el valor presente del costo para suministrar gas a Colombia hasta 2030 mediante importaciones crecientes equivale a 5,14 billones de pesos.

Y advirtió que para finales de la década, la tarifa del servicio de gas natural (molécula) experimentará un aumento adicional de 28,7 % en el costo del gas y de 50,9 % en el de transporte, en comparación con el escenario en el que se cuenten con nuevas reservas. Esto podría implicar un incremento adicional de más de 25 % en la tarifa final.

Sobre la cobertura del gas en el territorio nacional, reseñó que Colombia superó los 11 millones de usuarios conectados al servicio de gas natural, con una cobertura cercana al 70 %.

De estos, cerca de 10,8 millones son hogares, de los cuales el 85 % pertenece a los estratos 1, 2 y 3, quienes utilizan el gas principalmente para cocción de alimentos o calentamiento de agua. Alrededor de 210 mil usuarios corresponden a clientes comerciales e industriales, quienes lo usan para sus procesos productivos.

Destacó así mismo que en los últimos años, el 10 % de la energía eléctrica consumida en el país se generó en termoeléctricas, aportando confiabilidad al sistema energético ante eventos inesperados.

“Se ha identificado que se le podría llevar gas natural a más de 366.000 usuarios, aproximadamente 1,7 millones de personas de bajos recursos, a quienes el uso del gas natural contribuiría en gran medida a mejorar su salud y superar la pobreza”, puntualizó.