–La Universidad Nacional de Colombia (UNAL) construyó y renovó una segunda versión del Código Civil Colombiano para darles una mejor respuesta a los problemas y necesidades de la sociedad actual y lo hizo pública para que sea discutida y reflexionada por los colombianos.

El documento es fruto del trabajo adelantado antes de 2020 –cuando se presentó la primera versión– en la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, con base en el proyecto de reforma elaborado por el profesor Arturo Valencia Zea, uno de los juristas más reconocidos de la Institución, y que tuvo aportes y comentarios de jueces, magistrados, profesionales, estudiantes y asociaciones para construir un texto articulado y completo.

Los profesores José Bonivento Fernández, Pedro Lafont Pianetta y Fredy Herrera Osorio, coordinadores del proyecto, aseguran que el libro plantea una recodificación contemporánea, basada en la unión de la tradición jurídica civil y las actualizaciones requeridas en un presente y futuro que engloba a una sociedad cultural y étnicamente tan diversa.

El profesor Herrera asegura que “entre los cambios más importantes están las figuras de la familia de crianza, el reconocimiento de los animales como sujetos de derechos, el deber de la colaboración, la obligación de mitigar los daños, los pactos sucesorios de vida, y las nuevas soluciones frente al incumplimiento de contratos, transformaciones que son la base para dar respuesta a una sociedad cambiante y que se reinventa”.

Añade que, “el proyecto busca dar respuestas a las realidades del país, reconociendo el valor de la tradición y el respeto a las instituciones, con un profundo arraigo en la sociedad, pero propendiendo por una armonía entre todas las partes”.

Para ello se propone el libro Proyecto de Código Civil de Colombia, segunda versión: Reforma del Código Civil y su unificación en obligaciones y contratos con el Código de Comercio, que da cuenta de las directrices que deben gobernar la interpretación y aplicación de todo el Código, con una serie de principios y máximas basadas en la dignidad humana, la protección del medioambiente, la satisfacción de los intereses tanto de las personas como de los familiares, los grupos y colectivos, las minorías étnicas y las generaciones futuras.

El Código Civil del país tiene sus bases en el derecho romano y una tradición del siglo XIX que comenzó con la acción de juristas destacados como el venezolano Andrés Bello o el diplomático y exrector de la UNAL Manuel Ancízar. Es un documento que se va pensando y transformando con los años, debido a las modificaciones en las relaciones económicas, culturales y sociales de cada territorio.

“La sociedad ha experimentado grandes cambios desde que entró en vigencia el actual Código Civil, como la aparición de los derechos humanos, la protección de la dignidad humana, la plena igualdad entre hombres y mujeres Y el reconocimiento de la diversidad sexual, entre otros asuntos”, indica el experto.

Por su parte, la rectora Dolly Montoya Castaño expresó que “este documento sigue poniendo sobre la mesa importancia de que los seres humanos puedan convivir en entornos compartidos, con un mínimo de reglas que beneficien la coexistencia pacífica y organizada”.

“El Código que estuvo a cargo del humanista Andrés Bello en el siglo XIX es una obra escrita magistralmente, con un espíritu envidiable, que en su momento se nutrió de grandes fuentes de la época y buscaba responder a preguntas como ¿cuándo se nace y se muere?, ¿qué es el matrimonio y sus efectos? o ¿qué pasa cuando una persona fallece? Sin embargo, es un estatuto que cumplió 150 años y la sociedad ha cambiado drásticamente”, aseguró la Rectora.

Entre las consideraciones más determinantes a tener en cuenta para renovar el Código Civil se destacan las revoluciones tecnológicas, la revitalización de las fronteras, la coexistencia de sistemas económicos y la consciencia sobre la protección de los derechos de cada persona.

“Para promover una discusión abierta sobre esta realidad, la Universidad Nacional de Colombia, al celebrar su sesquicentenario, le entregó al país el compromiso de elaborar un nuevo proyecto de Código Civil, retomando las invaluables enseñanzas del maestro Arturo Valencia Zea, quien desde la década de 1960 había presentado una propuesta de modernización”, indica la profesora Montoya.

En 2020 se entregó la primera versión, la cual se socializó con la ayuda del Ministerio de Justicia y del Derecho, y de allí se obtuvieron comentarios, sugerencias y críticas; estas se revisaron, reflexionaron e incorporaron para ajustar lo necesario y dar paso a una segunda versión, más madura, congruente, actual, y sobre todo incluyente, que busca nutrirse del pasado e incorporar lo novedoso con el fin de que sea la fuente de viejos y jóvenes, un punto de encuentro entre lo que se añora y lo que es espera. (Información Agencia de Noticias UNAL).