–El presidente Gustavo Petro recabó este domingo sobre la decisión que adoptó la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, de que el tema del tema del consumo de drogas se debe tratar como un problema de salud pública, en el que los estados deben prevenir que no haya muertos ni daños a la salud.

«Dejar de encarcelar campesinos, productores de hoja de coca o consumidores de barrios populares humillándolos, son las consecuencias inmediatas», advirtió el mandatario colombiano en un escrito en X.

La víspera, en en la misma red social, Petro celebró como un gran triunfo internacional de Colombia «al conseguir que se reconozcan la disminución de daños como como una política válida en la lucha contra las drogas, y los derechos humanos dentro de cualquier estrategia antidrogas».

Este domingo hizo énfasis en que «descriminalizar conductas y llevar la acción represiva hacia los grandes capos, adoptando que la corrupción, el lavado de activos internacional, son tambien parte del narcotráfico y que es sobre ellos donde se debe concentrar».

El jefe del Estado colombiano indicó que «dejar de encarcelar campesinos, productores de hoja de coca o consumidores de barrios populares humillándolos, son las consecuencias inmediatas».

Y concluyó:

«La Colombia Potencia mundial de la Vida ha logrado un cambio permanente en el mundo y la humanidad».

Según Petro, lo que ha acontecido en la comisión sobre drogas de las Naciones Unidas es histórico en la profundidad de la palabra, fue más rápido de lo que habría personalmente previsto y lo lideró Colombia.

Señaló que hasta ahora la política de la comisión, construída por consensos en donde Colombia solo competía por ser el país más represivo, era la de la violencia armada y judicial expresada en la llamada guerra contra las drogas enunciada hace medio siglo por el presidente Nixon de los EEUU.

Anotó que desde hace medio siglo, esa llamada guerra contra las drogas, vista como una operación militar contra productores y consumidores de narcóticos produjo un millón de asesinatos en América Latina, la destrucción mafiosa de estados y naciones, el fortalecimiento cada vez mayor de los narcotraficantes, ahora convertidos en empresas y ejércitos multinacionales, y el presidio de millones de campesinos y consumidores.

Hizo énfasis en que «la guerra invisible entre las policías que persiguen el consumo y las juventudes barriales va en aumento, el barrio y la intimidad se transforman en asunto de policía y la ruptura del tejido social con bloqueos económicos unilaterales ha desencadenado el surgimiento de un actor de la violencia poderoso que lejos de la política, controla territorios, poblaciones y vidas: la banda poderosa multicrimen».

Petro recordó que en EEUU el consumo de drogas en un sistema social y económico que produce soledad y depresión en juventudes y trabajadores, se ha degradado hacia el fentalino matando 100.000 norteamericanos al año.

«El balance despues de 50 años es un completo desastre y a Colombia, por el «borreguismo ignorante» de sus dirigentes, la convirtieron en la mayor víctima de una política fracasada», complementó.

Precisó que «después de esa política antidrogas fracasada dejamos sangre y muerte en nuestro país y la corrupción se tomó muchas de nuestras instituciones. La constitución de 1991 no se aplicó y está a la espera de un pueblo».

Destacó que Laura Gil, embajadora de Colombia en Austria y Representante Permanente ante las Naciones Unidas y las Organizaciones Internacionales en Viena, lideró la estrategia del gobierno del cambio: Introducir cambios en los listados de sustancias, denominadas, peligrosas; sacar la hoja de coca de allí para que no se confunda con la cocaína.

Petro subrayó que establecer la política de disminución del daño que muchos países hacen y que Bogotá Humana construyó como ejemplo, dicha política consiste en establecer unas medidas fundamentalmente preventivas y mirar objetivamente ante el consumo, que políticas pueden disminuir el daño sobre la sociedad como los centros regulados de consumo y los tratamientos personalizados a adictos. Dejar de mirar en el consumidor un delincuente y dejar de tratarlo como tal.

Y añadió: «Descriminalizar conductas y llevar la acción represiva hacia los grandes capos, adoptando que la corrupción, el lavado de activos internacional son tambien parte del narcotráfico y que es sobre ellos donde se debe concentrar».

Finalmente el presidete Gustavo Petro anotó: «Colombia lideró estas propuestas y logró configurar una coalición con 60 países y al final se adoptó una resolución con buena parte de ellas, lo que cambia la política mundial sobre las drogas generando un marco más objetivo, en mi opinión, más eficiente. Dejar de encarcelar campesinos, productores de hoja de coca o consumidores de barrios populares humillándolos, son las consecuencias inmediatas. La Colombia Potencia mundial de la Vida ha logrado un cambio permanente en el mundo y la humanidad», concluyó.