Petro también sancionó la Ley de Salud Mental y pidió al Congreso profundizar la reforma a la salud «o si no se van las EPS de este país»
–En un acto simbólico, también en la Quinta de Bolívar, el presidente Gustavo Petro sancionó la Ley de Salud Mental, destacando que se trata de una normativa histórica que marca un avance estructural en la garantía del derecho a la atención psicosocial en Colombia.
El jefe del Estado aprovechó este hecho para hacer un llamado a la Comisión Séptima del Senado a que ayude a que la reforma a la salud sea más profunda, advirtiendo: «O si no se van las EPS de este país y nosotros profundizamos y asumimos la responsabilidad de la salud en Colombia definitivamente».
El mandatario destacó que su Gobierno ya ha avanzado notablemente en implementar aspectos importantes de la reforma a la salud, como es el caso del modelo preventivo, por lo que, afirmó, «el Congreso lo que debe hacer ahora es, por ejemplo, ayudar en temas como la transformación de las EPS para que sean gestoras y no administradoras de los recursos del sector».
Y puntualizó: “No es sino salvar a las EPS, porque ya el sistema preventivo lo tenemos, porque ya un sistema que fortalezca la red pública hospitalaria –al que falta meterle más dinero por encima de todas las prioridades– lo tenemos».
En este sentido, el presidente Petro recalcó: “Ahora lo que necesitamos es ver si las EPS se hunden. Del Congreso depende, o si se convierten de aseguradoras financieras en algo sostenible, es decir, que sean gestoras dentro de un sistema de salud mixto, sin manejar dineros, sin llevarlos a las clínicas de sus dueños, extendiendo ese servicio a cada rincón de Colombia».
El presidente advirtió que «los datos indican que el modelo de salud preventiva –que es el primer pilar del proyecto de ley que cursa en el Congreso y que se ha venido implementando por su administración– ya beneficia a cinco millones y medio de familias, a cuyos hogares llegan los médicos, enfermeros y otros profesionales que hacen parte de los equipos básicos de salud.
De acuerdo con el jefe de Estado, los avances del Gobierno en este tema han logrado reducir a la mitad la tasa de mortalidad en menores de cinco años.
“Ayer demostramos cómo, con lo que hemos hecho de reforma a la salud, bajó a la mitad la tasa de mortalidad infantil por hambre, por casos de desnutrición, de menores de cinco años», subrayó.
Frente a los que dicen que el actual Gobierno ha destruido la salud, el mandatario cuestionó: “¿Qué país que logra bajar en tres años a la mitad la tasa de mortalidad infantil por hambre ha hecho un caos de la salud? Ese es el principal indicador de salud de una sociedad. ¿Qué nos falta? Pues obvio, no debería ser la mitad, debe ser cero. Es decir, hemos recorrido en tres años la mitad del camino».
En consecuencia, el primer mandatario solicitó a los congresistas que participarán en el tercer debate acordar de antemano el proyecto al interior del mismo Congreso y con el Gobierno y los distintos sectores de la sociedad relacionados con el tema de la reforma a la salud.
Respecto a la ley de salud mental sancionada, el presidente Gustavo Petro, relievó que la promulgación de esta norma representa un compromiso firme del Gobierno del Cambio con la dignidad humana, la justica social y la salud integral, reconociendo que el bienestar emocional es tan fundamental como el físico para la vida de las personas.
Subrayó que esta ley no puede quedarse como letra muerta, como ha ocurrido en el pasado con otras normas sociales de impacto. “No queremos una ley que no se cumpla. Esta ley tiene que vivir en cada colegio, en cada hospital, en cada familia que necesita apoyo», afirmó el mandatario, señalando que la aplicación efectiva depende de la voluntad institucional y del compromiso ciudadano.
La Ley de Salud Mental contempla un enfoque integral y preventivo. Establece la inclusión de servicios de salud mental en el primer nivel de atención del sistema de salud, lo que implica que cualquier centro médico público o privado deberá contar con profesionales capacitados para atender y orientar a personas en situaciones de crisis emocional, depresión, ansiedad, duelo, consumo problemático de sustancias o cualquier padecimiento psíquico.
Además, la ley promueve la eliminación del estigma asociado a los trastornos mentales, garantiza la atención diferenciada a poblaciones vulnerables como jóvenes, mujeres, personas LGBTIQ+, víctimas del conflicto armado, comunidades étnicas y personas en condición de discapacidad psicosocial, y reconoce la importancia de la salud mental como un componente clave en la construcción de la paz total y la cohesión social.
El presidente también señaló la necesidad de ampliar drásticamente la formación de profesionales en salud mental en Colombia. “Nos van a faltar psicólogos y psicólogas si nos tomamos en serio esta ley», afirmó, y dio instrucciones para que el Ministerio de Educación cree una red pública y gratuita de facultades de medicina y ciencias de la salud en todo el territorio nacional. Con ello, se espera cerrar las brechas de acceso y garantizar atención digna en todos los rincones del país.
La nueva normativa también promueve el trabajo comunitario y territorial: incentiva la creación de redes locales de apoyo psicosocial, de líneas de atención, casas de salud mental y programas escolares para la gestión emocional. Asimismo, establece mecanismos para el seguimiento institucional y la evaluación periódica de su cumplimiento.
Con la promulgación de esta ley, el Gobierno nacional busca que los derechos en salud mental dejen de depender del estrato socioeconómico o del lugar de residencia. El objetivo es que ningún colombiano o colombiana tenga que enfrentar en soledad su dolor emocional, y que el Estado responda con presencia, ciudad, empatía y conocimiento.
Finalmente, el presidente reiteró que esta norma es parte de un paquete más amplio de reformas sociales para construir un verdadero Estado Social de Derecho que consagra la Constitución de 1991, y que ha sido postergado por más de tres décadas. “Aplicar esta ley es construir un país desde el alma. Es sanar, reconocer y acompañar. Es no dejar a nadie atrás», concluyó.
