El gobierno de Colombia puso hoy en duda su participación en la reunión de cancilleres y ministros de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se celebrará el viernes en Quito, al asegurar que es inaceptable «ir a oír insultos».
«La cancillería está trabajando. Tenemos una delegación en Quito, pero si vamos a ir (a la reunión) a oír insultos (entonces) no vamos a ir. La discusión política internacional es bienvenida, lo que no es aceptable es escuchar insultos», dijo a la prensa el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
La Unasur ha sido escenario de debate sobre un acuerdo militar entre Colombia y Estados Unidos, que permite a las tropas norteamericanas el uso controlado de siete bases militares en territorio colombiano y sobre el cual varios países de la región han pedido garantías.
El canciller Jaime Bermúdez se refirió a ese acuerdo y a los cuestionamientos que ha recibido, indicando que «no se sabe si no lo entienden o no lo quieren entender, que es distinto. Quizás la preocupación es esa, que no lo quieren entender».
«Tiene que haber una discusión simétrica, donde se discutan todos los acuerdos que existen y se dé garantías de todos los acuerdos que existen», enfatizó el canciller en declaraciones a la prensa.
El acuerdo militar de Colombia y Estados Unidos ha sido duramente rechazado por el gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez, que lo ve como una amenaza a la región y ha reivindicado su «derecho a defenderse».
Venezuela anunció esta semana que llevará «pruebas» sobre el fondo de ese acuerdo militar a la reunión ministerial de Unasur.
«Vamos a llevar nuestro planteamiento y las pruebas que tenemos sobre todas estas incursiones paramilitares y los intentos de desestabilización» desde Colombia, había declarado el canciller venezolano Nicolás Maduro.
Venezuela tiene congeladas sus relaciones con Colombia desde julio, en rechazo al convenio de Bogotá y Washington.
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