14 personas muertas y más de 140 heridas es el saldo de un doble atentando perpetrado con dos artefactos explosivos que sacudieron el distrito de Gungoren, en la ciudad de Estambul. La policía sospecha del grupo kurdo PKK.

Una primera bomba explotó en una cabina telefónica en una avenida peatonal comercial del barrio periférico de Güngören.

Una segunda explosión más fuerte tuvo lugar pocos minutos más tarde a unos metros de la cabina.

Según las informaciones de la cadena NTV, la policía sospecha la participación del ilegalizado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), aunque no ha facilitado ninguna pista al respecto.

El gobernador Muammer Guler, en declaraciones a la cadena CNN Türk, aseguró: «Con certeza, se trata de un ataque terrorista». Además, según fuentes de las fuerzas de seguridad, señalaron que «no sería la primera vez» que el PKK hace estallar una bomba de escasa potencia en un cubo de basura en la calle para detonar una gran bomba minutos más tarde.

Un testigo de los ataques declaró que «los restos de decenas de personas fueron esparcidos alrededor» tras las explosiones. «Cabezas, brazos… volaban por los aires».

Hemos recibido a unas 30 personas con heridas extremadamente graves», dijo Abdulá Toker, gerente del Hospital Gungoren Kolon.

La televisión muestra imágenes de pánico en el barrio de Gungoren, donde decenas de personas acudieron a atender a las decenas de heridos en la calle