Un niño de 13 años de edad, en Carolina del Sur, Estados Unidos, asesinó a su madre y luego se fue a dormir tranquilamente. El hecho fue descubierto hasta el día siguiente cuando un contratista del sector descubrió la sangre del cadaver sangre que goteaba a través de las tablas del suelo.

«El hecho de que no haya ningún remordimiento, lo hace un incidente extremadamente inusual», dijo el alguacil del condado de Greenville Steve Loftis en una conferencia de prensa ayer jueves transmitido por televisión de las WIST. «Yo no comprendo lo que estaba pensando, por qué lo hizo y cualquier cosa sería pura especulación en este momento.»

El niño apuñaló a su madre de nacionalidad colombiana con un cuchillo de una hoja larga a las 9 pm del lunes y luego dijo a la policía que se fue a dormir. Lo único que lo sobre saltó fue la llegada a la mañana siguiente de un contratista que llegaba para hacer un trabajo en la casa en Simpsonville, dijo Loftis.

«Cuando llegó el contratista se sobresaltó porque al parecer no lo esperaba», dijo el sheriff.