Judicial

Condenan a más de 46 años de cárcel al excabecilla paramilitar alias «Solano» por secuestro y tortura

–Una condena de 46 años y 8 meses de prisión impuso el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Mocoa al excabecilla paramilitar Frederman Sarria García, más conocido con los alias de «Solano» o «gordo quemado», como responsable del secuestro, tortura y asesinato de un comerciante en el departamento del Putumayo.

Según la fiscalía, el sujeto en el último año, intentó por diversos medios justificar que perteneció a las desmovilizadas Farc para recibir beneficios jurídicos y evadir su responsabilidad en este caso.

La víctima del excabecilla paramilitar fue Rómulo Flórez Getial, un reconocido comerciante de gasolina en Putumayo, quien fue secuestrado el 1 de noviembre de 2004 por la estructura autodenominada bloque sur que manejaba alias «Solano», cuando se movilizaba en su camioneta entre la vereda Siberia y el corregimiento La Hormiga, y en el sector conocido como San Isidro.

Posterior al secuestro, la esposa y la hija de Flórez Getial recibieron varias llamadas en las que les exigieron 150 millones de pesos a cambio de pruebas de vida y la supuesta liberación.

Parte del dinero fue pagado en cuotas; sin embargo, la información sobre la víctima era cada vez más escasa y confusa.

Luego de varios días de incertidumbre, la comunidad alertó sobre la ubicación del cuerpo del comerciante quien, contrario a lo que las AUC manifestaron a los familiares, había sido torturado, asesinado y sus restos sepultados en una zona boscosa.

Un fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos asumió la investigación y, con apoyo de un equipo de policía judicial, demostró que Frederman Sarria García, alias Solano o Gordo Quemado, había insistido ante los jefes del entonces bloque sur en asesinar a Rómulo Flórez Getial porque creía que era auxiliador de las Farc y, al parecer, les suministraba combustible.

Varios desmovilizados que se sometieron a la Ley de Justicia y Paz y algunos habitantes coincidieron en afirmar que el señalamiento contra el comerciante era falso y que todo correspondió a supuestos de alias Solano o Gordo Quemado, cabecilla de la estructura urbana de las AUC en Puerto Asís que se encargó del secuestro del comerciante, hacer las exigencias de dinero y ejecutar el crimen.

Con suficiente prueba testimonial y evidencia física, la Fiscalía demostró en juicio la responsabilidad de Frederman Sarria García, alias Solano o Gordo Quemado, y el Juzgado Penal del Circuito Especializado de Mocoa lo acaba de condenar a 46 años y 8 meses de prisión en calidad de coautor de los delitos de homicidio en persona protegida, secuestro extorsivo y tortura.

Precisa el fallo:

El estado de zozobra y angustia en la familia fue terrible, toda vez que por el hecho de que guardaban la esperanza de encontrar viva a la víctimas, accedieron con facilidad a las exigencias del grupo criminal, amén de que la esposa del comerciante terminó hospitalizada. Es entonces que son reprochables las conductas demostradas por la Fiscalía y que fueron ejecutadas por Frederman Sarria García”.
Además de la sanción penal, alias Solano o Gordo Quemado fue condenado a pagar a la esposa e hija de la víctima el valor equivalente a 200 salarios mínimos legales mensuales vigentes, algo más de 160 millones de pesos por concepto de perjuicios.

Las maniobras judiciales

La información recopilada en el proceso permitió conocer que Frederman Sarria García, alias Solano o Gordo Quemado no se sometió al proceso de desmovilización de la AUC y evadió la acción de la justicia desde finales de 2004, tras el asesinato del comerciante de gasolina en Putumayo, hasta el 25 de junio de 2014, fecha en la que fue capturado en una operación conjunta del CTI de la Fiscalía y el Ejército Nacional en Florencia (Caquetá).

Desde el momento de su detención, alias Solano o Gordo Quemado permanece recluido en la cárcel La Picota, en Bogotá. En el último año, el excabecilla de la estructura urbana de las AUC en Puerto Asís presentó varias solicitudes para obtener la amnistía y, en consecuencia, quedar en libertad y recibir el tratamiento judicial especial que contempló el Acuerdo Final entre el Gobierno Nacional y las Farc.

En sus solicitudes, Sarria García argumentó que fue integrante activo de la desmovilizada guerrilla y que merece ser trasladado de una cárcel de máxima seguridad a una Zona Veredal Transitoria (ZVTN). Las peticiones han sido rechazadas por los jueces especializados y, en segunda instancia, por el Tribunal Superior de Mocoa porque su más reciente actividad criminal y de la que hay evidencia acreditada en las últimas investigaciones en su contra, estaría asociada al entonces bloque sur de las AUC.