Las autoridades chinas confirmaron ayer la muerte de 19.509 personas, pero expresaron que probablemente sean más de 50.000 las víctimas fatales del terremoto que azotó el suroeste del país, el pasado lunes.

La televisión estatal citó las últimas cifras publicadas por el Centro Nacional de Rescate que superan ampliamente el anterior saldo de 15.000 muertos y 27.000 desaparecidos.

Desde el lunes, es la primera vez que el Gobierno chino hace una estimación de la cifra de muertos que incluye una buena parte de las decenas de miles de personas sepultadas bajo los escombros, lo que deja pocas esperanzas de hallarlas con vida.

En sus propias palabras

“Si hay supervivientes en semejantes condiciones, es una cuestión de suerte o milagro rescatarlos”, aceptó Zhang Zhoushu, vicedirector del organismo oficial encargado de paliar los efectos de los terremotos. De todas formas, hoy continuarán las labores de búsqueda.

Hay tanta gente golpeada que pensamos que algo deberíamos hacer para ayudar mientras esperamos la reanudación de nuestras actividades”. César Ortellado, profesor de español en el Instituto de Lenguas Extranjeras de la Universidad de Sichuán.