Carlos Ernesto Suez Chipiaje, un hombre de 36 años, fue capturado en las últimas horas en el sector del barrio el Barzal, Villavicencio, por unidades adscritas al Grupo Humanitas de la Seccional de Investigación Criminal (SIJIN), por el delito acceso carnal abusivo con menor de 14 años. Además se le adelantan tres procesos más por el mismo delito.

La Policía Nacional inició la investigación a partir de la denuncia instaurada por la progenitora de dos niñas abusadas por Suez Chipiaje, lográndose finalmente tras un seguimiento de seis meses establecer su ubicación, ya que este hombre tenía un modus operandí muy particular para lograr sus propósitos delincuenciales.

El capturado no tenía lugar de residencia fijo, frecuentaba barrios como la Nohora, La Reliquia, Covisan, Antonio Pinilla, entre otros donde ubicaba familias con niñas entre los 6 y 13 años y, valiéndose de su habilidad para cocinar y desempeñar oficios caseros, se ganaba la confianza de los progenitores para que le dieran posada provisionalmente.

Una vez se hallaba establecido y sin despertar sospechas, el sujeto aprovechaba la ingenuidad de las niñas, les proponía juegos tradicionales como el papá y la mamá, realizando ritos similares al de un matrimonio católico, que finalmente culminaba con su objetivo criminal, y para evitar ser delatado por las menores, les ofrecía dadivas y las intimidaba haciéndolas sentir culpables.

El Coronel Pablo Emilio Gómez Suárez afirma que… “Personas como esta representan un alto peligro para la sociedad, además se presume que puede existir un número indeterminado de víctimas que no se han atrevido a denunciarlo. Por ello estamos haciendo el llamado a los padres de familia de menores que hayan podido ser objeto de abuso sexual por parte de este hombre, para que se acerquen a las instalaciones de la SIJIN ubicadas en la octava etapa del barrio La Esperanza de Villavicencio, lo identifiquen e instauren sus respectivas denuncias.

“A la vez le pedimos a la ciudadanía, especialmente a los padres de familia, que no confíen en desconocidos que se acerquen a sus casas y mucho menos permitan a sus hijos e hijas en cualquier edad, jugar o aceptar regalos de personas extrañas, pues nunca se sabe que intenciones puedan tener. Al contrario, si se advierte la presencia de algún sospechoso en sus barrios, informen de manera inmediata a la Policía Nacional para realizar las verificaciones correspondientes”.